La actividad, que tuvo lugar el pasado 10 de agosto en las instalaciones del Hospital, se desarrolló para dar continuidad a uno de los ejes prioritarios de la actual gestión de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, respecto de ampliar y fortalecer la red de equipos pertenecientes al sistema público de salud para avanzar en el cumplimiento efectivo de las políticas reparatorias para las víctimas del terrorismo de Estado.

Participaron del encuentro la directora del Centro Ulloa, Laura Sobredo, y la coordinadora del equipo de asistencia integral a víctimas de Terrorismo de Estado, Juliana Serritella. Por parte del Hospital Posadas, estuvieron presentes la directora de Derechos Humanos, Género y Diversidad, Micaela Navill; la coordinadora de Género y Diversidad, Silvana Palestrini; la coordinadora de Derechos Humanos, Zulema Chester; el jefe de Salud Mental, Silvio Ferrer; y la jefa de Trabajo Social, Caudia Belziti; así como también integrantes de los equipos de Psicología y Psiquiatría.

En esta etapa inicial, se trabajó con los profesionales del hospital que tendrán a su cargo la realización de las evaluaciones a distancia pendientes a personas que viven en otras jurisdicciones, que no han puesto a disposición equipos interdisciplinarios en salud mental que puedan dedicarse a esta tarea.

Esta iniciativa se da en el marco del importante impulso que ha tenido durante este año la realización de estas evaluaciones en el territorio de la provincia de Buenos Aires.

El rol activo y el compromiso de los profesionales de la institución para avanzar en la concreción de esta política reparatoria es un hecho que merece destacarse, teniendo en cuenta que el Hospital Posadas fue asolado de una manera muy particular durante el terrorismo de Estado.

El 28 de marzo de 1976, el Hospital fue ocupado en un operativo del Ejército, con apoyo de la Policía Federal. A partir de ese momento, comenzó a funcionar la intervención militar que declaró en comisión a todo el personal, prohibió la actividad gremial y despidió a más de 150 profesionales y empleados. En la antigua casa del Director, ubicada en el predio, funcionó el Centro Clandestino de Detención “El Chalet”, que fue recuperado y transformado en un Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos.