El Inspector General de Justicia cursó una comunicación al cuerpo profesional y administrativo de la IGJ en el Día Mundial del Ambiente
Vítolo alentó a adoptar un enfoque responsable y sostenible, ratificando el compromiso para la protección y conservación del ambiente.
Estimados integrantes de la Inspección General de Justicia
Hoy celebramos el Día Mundial del Ambiente.
La ONU estableció el 5 de junio como Día Mundial del Ambiente. En esta fecha, en 1972, se celebró en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Allí se declaró por primera vez el derecho fundamental de todas las personas a la libertad y a la igualdad en un ambiente cuya calidad permita vivir con dignidad y bienestar.
Esta efeméride se estableció para promover la conciencia y la acción mundial sobre el Ambiente e invita a pensar qué implica crecer, educarse, formarse y desarrollarse en contextos de crisis ambiental civilizatoria: qué saberes, prácticas y valores se promueven en las instituciones para su cuidado.
El Ambiente sano y diverso constituye un derecho de todas las personas que es importante impulsar y proteger para construir una sociedad más justa e igualitaria, en términos sociales y ambientales.
En un mundo donde los recursos naturales son finitos y la demanda humana continúa en aumento, es crucial que las empresas e instituciones desempeñen un papel activo y responsable en la protección de nuestro planeta.
Las empresas y las entidades civiles —ONGs y fundaciones— tienen una influencia significativa en el Ambiente, ya sea a través de sus procesos de producción, la gestión de residuos, o el consumo de recursos. Este poder conlleva una responsabilidad. No podemos ignorar el impacto ambiental de nuestras operaciones. Más bien, debemos adoptar prácticas sostenibles que minimicen este impacto y promuevan la conservación.
La sostenibilidad no solo es una obligación ética, sino también debe verse para las sociedades como una oportunidad de negocio. Las empresas que integran prácticas ecológicas en sus operaciones a menudo descubren beneficios como la reducción de costos operativos, la mejora de la reputación corporativa y el aumento de la lealtad de los clientes y consumidores.
Un enfoque sostenible también fomenta la innovación. Al buscar soluciones ecológicas, las empresas e instituciones pueden desarrollar nuevas tecnologías y métodos que no solo protegen el Ambiente, sino que también mejoran la eficiencia y la competitividad. Esto crea un ciclo virtuoso donde el bienestar del planeta y el éxito empresarial y la acción social se refuerzan mutuamente.
Sin embargo, la transición hacia prácticas empresariales sostenibles no siempre es fácil. Requiere inversión, cambios en la cultura corporativa y, a veces, la reevaluación de los modelos de negocio. Pero los beneficios a largo plazo, tanto para la empresa como para el Ambiente, superan con creces los desafíos iniciales.
En conclusión, la IGJ y las empresas e instituciones que son registradas y fiscalizadas por el organismo, tienen el poder de marcar una diferencia significativa en la protección del Ambiente. Al adoptar entre todos —desde IGJ— un enfoque responsable y sostenible, no solo contribuimos a un futuro más saludable para nuestro planeta, sino que también fortalecemos nuestras propias bases para el éxito continuo. Recordemos siempre que la sostenibilidad no es solo una opción, sino una necesidad y una oportunidad para prosperar juntos.
¡Feliz Día del Ambiente!
El Inspector General