En esta fase, las maniobras tuvieron lugar en el Puente General Lavalle y en el puente de la localidad de El Colorado, dos puntos clave que permitieron ensayar operaciones de conexión entre la Xma Brigada Mecanizada y la IVta Brigada Aerotransportada. Estas acciones se desarrollaron en un marco de coordinación que puso a prueba la interoperabilidad y la flexibilidad de las fuerzas.

Las operaciones fueron precedidas por intervenciones de comandos y fuerzas especiales de la Agrupación FOE, que ejecutaron acciones directas sobre sectores críticos en la profundidad del dispositivo enemigo simulado. De este modo, se abrieron los espacios necesarios para la posterior acción de la Brigada Aerotransportada y el desarrollo de las maniobras principales.

Posteriormente, unidades mecanizadas y aeromóviles, con apoyo de helicópteros de Aviación de Ejército, alcanzaron diversos objetivos; en estas operaciones la acción interarmas permitió asegurar la integridad de los pasos, ampliar el control y garantizar la libertad de acción necesaria para el avance de la Xma Brigada Mecanizada.

De forma simultánea, los medios de aviación trabajaron en coordinación con las fuerzas en aproximación. La conducción de todas estas actividades se realizó desde el Puesto de Comando para Entornos Multidominio Táctico Móvil, que centralizó la sincronización de tiempos, espacios y fuegos. Este nodo de conducción permitió comprobar en condiciones de combate simulado la integración efectiva de fuerzas mecanizadas, aerotransportadas, especiales y aéreas en un mismo esquema operativo.

La práctica de las conexiones de Lavalle y El Colorado puso a prueba la doctrina de reunión de fuerzas, exigiendo a la Fuerza de Despliegue Rápido operar un entorno de fricción, con efectos decisivos reales en tiempo y espacio.

Estas actividades no solo reflejan la magnitud del despliegue, sino que permiten validar la aptitud de las tropas en el terreno para ejecutar operaciones modernas en entornos multidominio.