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Diez consejos para una compra segura por internet

Nueve de cada diez argentinos de entre 18 y 65 años compró online alguna vez. Recomendaciones a tener en cuenta para evitar estafas o malas experiencias.


Las nuevas generaciones compran más a través de un dispositivo electrónico que en locales. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico durante el año pasado se hicieron 60 millones de pedidos online en sitios nacionales, algo así como 96 millones de productos, 263 mil por día. ¿Qué es lo que más se compra por internet? El turismo lleva la delantera en venta online, y luego vienen los celulares, la indumentaria deportiva, la ropa, entradas de espectáculos y los electrodomésticos.

Esta revolución en el comercio provocó, por ejemplo, que el nuevo Código Civil y Comercial incluyera modificaciones para proteger a los compradores online.

La web da muchas opciones de conocer y comparar productos, pero también deja muchos huecos para la estafa, o la venta de mercaderías obsoletas o con sobreprecios. Por eso es bueno tener a mano estos consejos:

  • Lo primero que hay que saber es que cuando se realiza una compra por internet existe la opción de devolver lo comprado. Según el artículo 441 del Código Civil y Comercial de la Nación, y 4 y 9 de la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor, hay 10 días para arrepentirse. Eso sí, hay que devolver el producto en las mismas condiciones en que fue recibido.

  • Los gastos que acarrean la devolución quedan a cargo del vendedor: no te pueden cobrar una multa o el flete. El aviso que prohíbe las devoluciones no tiene valor legal (artículo 1110 del Código Civil). Además, te tienen que devolver el dinero.

  • Si bien la ley protege al comprador cibernético, hay que tener en cuenta que ciertos artículos no tienen devolución. Por ejemplo: los productos personalizados (que tienen tu nombre o tu foto), los CD, videos o programas de computación que podés instalar de forma inmediata y después seguir usando; y los diarios y revistas (Código Civil y Comercial, artículo 1116), entre otros.

  • Se ha vuelto muy tentador realizar compras en el exterior, sobre todo de artículos difíciles de conseguir en el país. Tenés que saber que la ley argentina protege con mayores garantías las compras realizadas en sitios nacionales, porque en las compras sobre portales extranjeros entran a jugar reglas de derecho internacional privado, que pueden complicar el panorama. Las empresas argentinas tienen la obligación de informar nombre y número de CUIT, ya sea en la venta tradicional o en la realizada por teléfono, correo o internet. Y si tiene dudas sobre el sitio, se puede constatar su existencia legal en el sitio NIC Argentina.

  • Está bueno comprar en sitios reconocidos, con experiencia en compra y venta online, y descartar las ofertas que nos llegan por correo electrónico masivo.

  • Otro consejo clave: cuando se recibe un supuesto mail fraudulento, apoyar el puntero del mouse sobre el enlace sin clickear, y ver en la esquina inferior izquierda hacia dónde dice que nos redirigirá, para ver si es malicioso. Es fundamental contar con un buen antivirus y sistema operativo actualizado.

  • Aunque suene trillado, hay que consultar las experiencias de otros clientes con los sitios en los que compramos y hay que tratar de no comprar en efectivo, con giros postales o a través de empresas de envío de dinero que no permitan verificar al vendedor. Es más seguro comprar con tarjeta de crédito.

  • Evitar pagar por fuera de la plataforma mediante la cual se compra, ya que la mayoría de dichas plataformas ofrecen garantías de protección al comprador frente a posibles contingencias.

  • Es importante conservar los comprobantes, facturas, fotos, textos usados para promocionar productos, datos enviados por mail e incluso la dirección URL donde se realizó la compra. Ante cualquier dificultad, esas van a ser tus herramientas de reclamo.

  • Tomate el tiempo para leer condiciones y preguntá antes el costo final de la compra, con el envío incluido, si lleva un seguro y si se paga aparte, y, fundamental, si existe el producto en stock, no sea cosa que nos tengan meses esperando que llegue después de haberlo pagado.

Recomendaciones de un especialista

La palabra de un especialista ayuda a cerrar los conceptos. Por eso, Julián Reale, asesor del Programa Nacional contra la Criminalidad Informática, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación aclara algunos conceptos:

“En las compras online y la banca por Internet, no podemos dejar de hablar de conductas que atentan contra nuestros datos personales. Por ejemplo el phishing, que consiste en engañar a un usuario a través de la manipulación psicológica y persuasión, para que ‘voluntariamente’ brinde información personal o realice algún acto que ponga a su propio sistema en riesgo”, explica.

Reale sostiene que suele utilizarse este método “para obtener contraseñas, números de tarjetas de crédito o PIN, entre otros. Juega con la curiosidad de la víctima. Por lo general son mails de alerta para generar temor sobre supuestos bloqueos de cuentas o de tarjetas de crédito, y que para que ello no suceda debe entregar los datos bancarios. Algo claramente malicioso. Estas técnicas tratan de explotar el eslabón más débil de la seguridad: el ser humano”.

“Una de las primeras medidas de prevención para todos los ciudadanos es trabajar en capacitaciones que refuercen al factor humano y los doten de herramientas”, agrega Reale.

“En general, en el phishing los mail o comunicaciones que se reciben tiene un asunto genérico con la leyenda ‘Estimado cliente’, sin siquiera contar con el nombre del usuario. Se supone que si una entidad te contacta al menos sabe tu nombre. Además suelen tener faltas de ortografía, porque los atacantes pueden estar en otros países y utilizan el traductor automático. Otra forma de prevenir es verificar el remitente desde donde vienen, y que la URL sea del sitio real. Además hay que ser claros: una institución bancaria jamás va a solicitar datos sensibles de tarjetas, o datos vía mail”, grafica Reale.

El especialista aconseja “desconfiar de dichas solicitudes”. “Y si se clikea en los enlaces porque realmente son verídicos, verificar que el entorno donde ingresamos datos sea seguro: o sea que en la barra de direcciones esté la dirección real de la institución, y que diga https, entre otras cosas”.

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