Presidencia de la Nación

Cumplimos 40 años

El Instituto Nacional del Agua, fue creado como Instituto Nacional de Ciencia y Técnica Hídricas por la Ley Nacional Nº 20.126 del 29 de enero de 1973, con el fin de satisfacer los requerimientos de estudio, investigación, desarrollo y prestación de servicios especializados en el campo del aprovechamiento, control y preservación del recurso agua.


En estos cuarenta años de labor continua y efectiva, el INA ha respondido a ese objetivo fijado en la Ley de creación realizando estudios sobre crecidas, inundaciones, aluviones, riego y drenaje, sistemas de alerta hidrológico, hidráulica de grandes obras, hidráulica fluvial, marítima e industrial, computacional, modelación física e instrumentación, calidad de agua y contaminación, tratamiento de agua y efluentes, calidad de cursos y cuerpos receptores, hidrología superficial, subterránea y urbana, bases de datos de recursos hídricos, erosión y sedimentación, economía, planificación y administración del agua.

La distribución geográfica de los centros especializados, regionales y los programas responde en forma integrada a los requerimientos de asistencia técnica en muy diversos campos de la temática hídrica en todas las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Dado el reconocimiento a la calidad de la labor científica y técnica de sus profesionales el INA ha desarrollado actividades también en el ámbito internacional (Bolivia, Bulgaria, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Dominicana, Guatemala, Haití, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela) en proyectos de la más diversa índole.

En el campo de la capacitación, desde sus orígenes el Instituto tuvo más de mil becarios y pasantes a través de los programas de iniciación a la investigación y entrenamiento profesional y técnico. Algunos de ellos han sido pasantes de diversas universidades y organismos de nuestro país y del exterior.

Los profesionales del organismo realizaron cursos de posgrado en reconocidos centros del exterior que conjuntamente con las becas para maestrías y doctorados en curso generaron grupos de trabajo de primer nivel. Por otra parte, en las sedes del organismo o en universidades de todo el país se han dictado cientos de cursos de especialización y materias de posgrado.

La situación actual nos desafía a alcanzar un delicado equilibrio entre la excelencia científico tecnológica (trabajos citados por investigadores de todo el mundo), la eficacia en el cumplimiento de las actividades técnicas permanentes (como los sistemas de alerta hidrológico), la agilidad y calidad en la respuesta a terceros para la resolución de temas hídricos relevantes (como la aplicación de modelos físicos y matemáticos hidráulicos y ambientales) y la sensibilidad para el desarrollo de proyectos de alto contenido social (como estudios de fuentes y monitoreo de calidad de agua).

Considerando los resultados obtenidos en estos cuarenta años, se reafirma el compromiso institucional de continuar y revitalizar las tareas de investigación y desarrollo al servicio del país.

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