El Ministerio de Cultura realizó una jornada intensiva de talleres musicales como cierre anual de las actividades culturales que se vienen implementando en distintos espacios atravesados por condiciones de aislamiento, como centros de régimen cerrado, hogares, casas de abrigo para niñas y niños, penales, centros de rehabilitación y hospitales. Con el objetivo de garantizar el acceso a la cultura y promover la igualdad de oportunidades, el Plan Nacional de Cultura Solidaria junto al programa Arte en Contexto de Encierro, vienen realizando desde marzo una serie de talleres artísticos, ciclos de cine debate y actividades recreativas, en articulación con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, el Servicio Penitenciario Federal y otros organismos nacionales y provinciales.

El encuentro de cierre fue en el Complejo Penitenciario de Marcos Paz, en la provincia de Buenos Aires, y estuvo dirigido a jóvenes que participaron en dos talleres de percusión a cargo de docentes de La Chilinga, la Escuela Popular del Tambor dedicada al estudio, investigación y difusión de diferentes ritmos afroamericanos. Los talleres abordaron la transmisión de la música a través de instrumentos, por imitación y también oralmente, característica de la cultura popular en Argentina, Centroamérica y en el Caribe, Brasil y Uruguay, desarrollando los ritmos de Candombe, Murga, Samba-reggae, Candomblé, Rumba y Merengue, entre otros.

La actividad contó con la presencia del director Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria del Ministerio de Cultura, Juan Esteban Buono Repetto, la coordinadora de Trabajos con grupos en situación vulnerabilidad, dependiente Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia de la Nación, Eva Asprella, y Ana González, jefa de la División de Educación del Complejo de Jóvenes Adultos del Penal de Marcos Paz.

A manera de balance en este cierre de ciclo de actividades, las autoridades presentes expresaron:

“Estamos trabajando en forma articulada con el Ministerio de Justicia de la Nación, acá en Marcos Paz, para hacer un cierre de un año obviamente marcado por la pandemia, que impidió la presencialidad hasta bastante avanzado el año, y en el que desde septiembre hasta acá hemos hecho actividades en distintos centros penitenciarios. Sobre todo para los jóvenes porque están relegados en las posibilidades de consumos culturales y, sobre todo, de producción artística. Lo que estamos haciendo hoy es un taller en el cual se va a capacitar a los jóvenes con la posibilidad de que puedan hacer percusión. Entendemos que la cultura, como en estas pequeñas actividades que hemos hecho, les ha dado un nuevo nexo en la recomposición del tejido social, de hermandad, con otras posibilidades de vida. Ellos mismos ven futuro en estas actividades que les acercamos, que tienen una intencionalidad de reinserción a posteriori, para que cuando salgan puedan reencontrarse con un horizonte de posibilidades en el cual la cultura siempre es sanadora y reconcilia con la sociedad toda”. Juan Esteban Buono Repetto

“Estas actividades además de darles aire, salida y ocupar la cabeza con otra cosa, les brinda herramientas culturales, que es lo que más nos interesa en este contexto. Por eso son muy importantes las actividades que organizó el Ministerio de Cultura, como esta de hoy y las de meses anteriores, que se dan en el marco de lo que se está haciendo por la juventud en todo el país. En este caso son jóvenes privados de la libertad, que están cumpliendo su condena, pero que requieren que todos y todas colaboremos para que ellos puedan organizar un mejor plan de vida. Para que cuando salgan esta trayectoria vital cobre otro valor y otro impulso, y para eso les estamos dando estas herramientas. Cada vez que hay una actividad de cultura, como las que ya se hicieron de ajedrez, para estos jóvenes es un momento especial, en el que aprenden y generan vínculos de otra forma. Esto da cuenta de un Estado nacional que se preocupa en su conjunto de estos jóvenes, un Estado que está presente y está gestionando a nivel nacional por y para los pibes”. Eva Asprella

“Todo lo que es cultural, así como lo deportivo y lo recreativo, suma a la formación integral de los residentes y hace a su bienestar. Nosotros tenemos una población de jóvenes adultos, de una edad en la que todo lo absorben y que lo que les proponemos es bien recibido. Todo lo que les presentemos como propuesta de trabajo lo aceptan y les gusta, así que proyectos como este son realmente muy positivos”. Ana González

Con estos espacios de capacitación artística se espera que los y las participantes adquieran una formación básica que permita sumar conocimientos musicales, desarrollar capacidades de expresión, comunicación y de relación interpersonal. La Chilinga es una de las primeras escuelas populares de percusión argentina y afroargentina, que desde su creación aborda los ritmos como herramienta para una integración con la comunidad, propiciando además la posibilidad de que los alumnos y alumnas se conviertan en docentes con posibilidades laborales.

El taller contó con docentes integrantes de La Chilinga coordinados por Mariángeles “Turca” Zahra, quien explicó: “En la dinámica del taller trabajamos la presentación de los tambores como instrumentos y en lo que tiene que ver con lo social, con un trabajo en equipo para lograr un objetivo común que se traduce en música. Además de que aprendan a tocar es importante construir pertenencia y posibilidades de integración. Lo que tienen los tambores es que enseguida se arma como una cosa de hermandad, estés en el lugar que estés”.

Nacho, Leo y Pablo son residentes del penal que participaron en la fila de redoblantes y destacaron algunos aspectos de la propuesta que los tuvo como destinatarios:

“Me pareció una experiencia muy buena y divertida, nunca había hecho nada de música”. Nacho

“A mí lo que hicimos hoy me gustó mucho, sobre todo por lo que compartí con mis compañeros. Espero que vuelva a pasar”. Leo

"Hubo un tiempo en el que estuve aprendiendo a tocar murga y lo de hoy me gustó y me dieron ganas de aprender más. Me encantaría seguir con estos talleres”. Pablo

Un año de trabajo

Desde el Plan Nacional de Cultura Solidaria, en articulación con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) y el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia (OPNYA), se vienen realizando actividades durante todo el año para jóvenes de Centros de régimen cerrado y para niñas y niños que residen en Casas de Abrigo y Hogares. Se trata de una serie de talleres y espectáculos de circo, teatro, juegos dramáticos, música y títeres, junto a artistas locales y a la Compañía de Teatro de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria, como parte de las acciones realizadas durante el Verano de Cultura Solidaria, las Vacaciones de invierno, el Mes de las infancias y el Mes de las Juventudes.

Además, junto al Ministerio de Justicia de la Nación y el Servicio Penitenciario Nacional y Provincial, se desarrollan jornadas para los niños y las niñas que se encuentran junto a sus madres, privadas de su libertad, así como ferias para las familias de personas atravesadas por la ley penal, que participan en Cooperativas de liberados y liberadas, acompañando sus procesos de inclusión social.

En la actualidad se están realizando talleres del programa “Ajedrecear” y entrega de juegos, en los que se realizan actividades de difusión del ajedrez, su práctica, sus valores y su historia, a través de herramientas/dispositivos lúdicos y material didáctico que estimulan la creatividad, reflexión, imaginación y pensamiento abstracto, promoviendo la inclusión y el derecho al juego.

También se están realizando capacitaciones en oficios culturales, de tres meses de duración, acercando saberes vinculados específicamente a labores que hacen al quehacer cultural y que atañen a las diferentes necesidades y requerimientos que se desarrollan en el sector, especialmente en el comunitario. Producción y Gestión Musical, Murga, Lectura y Escritura Creativa y Fotografía Popular con Dispositivos Móviles.

El programa Arte en Contexto de Encierro, dependiente de la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria de la Secretaría de Gestión Cultural, surge con el objetivo de promover espacios artísticos en ámbitos sociales atravesados por condiciones de aislamiento. Es una herramienta del Estado Nacional para facilitar el acceso a la cultura de la población que se encuentre imposibilitada para desplazarse.