Tras la aprobación en el Congreso nacional, el nuevo Código Procesal Penal Federal comenzará su aplicación paulatina en todo el país, partiendo desde el norte argentino, luego el sur y concluyendo en las provincias centrales. Una de las claves de la reforma es la clara diferenciación de la función de conducir la investigación, que queda en manos del fiscal, de la de juzgar, que es responsabilidad del juez.

El subsecretario de Justicia y Política Criminal, Juan José Benitez, celebró que la Cámara de Diputados haya sancionado la norma esta semana, ocho meses después de la media sanción en el Senado. “Agradecemos a los legisladores de todos los frentes políticos que lo hicieron posible”, subrayó el funcionario del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.