Presidencia de la Nación

Charla Homenaje a Sarmiento

Una tarde de jueves gris cae sobre Buenos Aires, cuando las sillas y los pasillos del CDI se van cubriendo de gente. La bandera, el escritorio, la pantalla y la oradora de lujo están listos para comenzar. Mientras los asistentes se acomodan y se entregan los últimos números para el sorteo de los libros, Pablo Palermo presenta a Carlota Guzzo Conte-Grand de Ronchietto, docente universitaria y presidente del Centro Sanjuanino en Buenos Aires resumiendo al extremo su extensa labor académica, literaria y de investigación.

Carlota relata la vida de Sarmiento con un tono de voz y unas pausas propias de una cuentista apasionada por su discurso: "Nació en la era de la Revolución, en San Juan de la Frontera, diminuta ciudad al pie de los Andes". Nos ilustra con detalles como su familia era una de las principales de San Juan, que creció en un ambiente de fuerte presencia femenina, donde a raíz de la pobreza, se confiaba mucho en la providencia. Su amplia formación no fue académica, aunque intentó conseguir becas a través de familiares influyentes, por lo que finalmente su educación terminó siendo autodidacta.

Hijo de doña Paula Albarracín y de don José Clemente Sarmiento – continuó-, aprendió a leer de corrido a los 4 años. Sus ansias por el conocimiento lo impulsaban a devorar libros y su espíritu inquieto a alimentar su mente e ideas con textos de diversa temática. En 1826 junto a su tío, el fraile José de Oro, fundaron la escuela San Francisco del Monte de Oro, donde hizo su primera experiencia docente enseñando a alumnos más grandes que él. Esta experiencia y su hambre de saber lo llevaron a amar la libertad, la gramática, historia antigua y hasta el latín. Alcanzando de este modo una educación razonable y liberal, haciendo crecer en él a la vez, un amor incondicional por su patria y el progreso.

Su narración nos lo describe como uno de los más importantes exponentes de Generación del 37, el grupo de intelectuales que se caracterizaron por adherirse a los principios del romanticismo, sobre todo al francés y los textos ingleses y alemanes traducidos en París. En San Juan crearía un Centro de Historia y Filosofía francesa, un periódico (El Zonda, que difundiría este pensamiento) y el Colegio de señoritas Santa Rosa de Lima, alta casa de estudios en la que Sarmiento pondría especial énfasis en la educación femenina y los derechos de la mujer, como ejes fundamentales para el futuro de la provincia y la nación.

Asistentes Charla Homenaje a Sarmiento

Durante la década de los 40 (1840) comenzó su carrera literaria destacándose entre sus obras “Civilización y Barbarie (la vida de Quiroga)” y entre 1845 y 1847 realizó un viaje revelador por África, Europa y Norteamérica, donde exploró la educación en distintas partes del mundo, lo que le permitió escribir libros de esos viajes, soñando un futuro de progreso para San Juan y Argentina.

Finalmente nos relató su vida política más conocida como Gobernador de San Juan, Senador, Embajador argentino en Estados Unidos y Presidente argentino. Su gestión se centró en la obligatoriedad de escolarización, creación de escuelas primarias y normales, defensa de los pequeños agricultores, el periodismo, la inmigración, ciencia cultura, bibliotecas, la educación gratuita, becas y escuelas especializadas como la de formación docente, militar y de minería.

Sarmiento terminó sus días en Paraguay, dejándonos un enorme legado de escuelas, educadores e ideas, pero sobretodo nos dejó el desafío:

Hombre, Pueblo, Nación, Estado: todo comienza en los humildes bancos de la escuela.

Domingo Faustino Sarmiento

 

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