“Es un enorme desafío que se le presenta hoy al Estado; tiene que enfrentar una situación extraordinaria de escala mundial y de nivel de incertidumbre altísimo, donde además se requieren respuestas urgentes para con la ciudadanía”, señaló Ana Castellani. “Las políticas públicas no se implementan mágicamente, y los problemas no se solucionan sólo con aplicaciones tecnológicas: para que esto funcione se necesita que miles de personas trabajen en todo momento, incluso más que antes. Con el desafío, además, de hacerlo en un contexto de trabajo totalmente novedoso”.

La funcionaria destacó que en este momento se da una paradoja: “por un lado, se le pide a un Estado que haga cada vez más cosas para resolver todos los problemas de la pandemia y, por otro lado, se presenta como una avanzada del Estado sobre las libertades más elementales. Al mismo tiempo se plantea que todos los trabajadores están en su casa sin hacer nada”.

Según los números relevados por la Secretaria, la Administración Pública Nacional cuenta hoy con un total de 379.958 empleados/as de los cuales 186.894 corresponden el ámbito civil y 193.064 al sector militar y de seguridad (números a marzo de 2020). Del personal civil, el 80 por ciento del personal está trabajando, en forma presencial o remota. Sólo el 5 por ciento no puede trabajar de modo remoto debido a la naturaleza de su tarea. El resto se encuentra con licencias por cuidado de niños y niñas menores.

Castellani destacó con especial énfasis el trabajo que se realiza pero que no se ve: de los casi 200 mil empleados públicos civiles, menos de un tercio presta servicios cara a cara con los ciudadanos. “El resto de las empleadas y los empleados realiza un valioso trabajo que no se visibiliza; su hacer permite diseñar, implementar y hacer funcionar las políticas elaboradas por las autoridades. Son el nexo entre las autoridades y los ciudadanos; están trabajando a pleno de modo remoto y sostienen la acción del Estado y son quienes garantizan implementación de las políticas públicas”, afirmó.

“La idea del empleado/a público está asociada con la atención personal en ventanilla pero detrás hay un gran sector que realiza un trabajo muy valioso: es posible seguir produciendo bienes y servicios públicos de calidad a pesar de las condiciones críticas”, dijo.

Como ejemplo de esa actividad explicó que los 134 organismos de la APN utilizan la Gestión de Documentación Electrónica (GDE) y, al comparar con el mismo trimestre del año anterior, se observa que, a pesar de las dificultades que tiene el sistema, los usuarios que utilizaron el GDE aumentaron en un 16 por ciento aproximadamente en 2020. Y que, a partir del mes de marzo, se pierde la división entre feriados y días hábiles, dándose igual cantidad de accesos en ambos días.

Fortalecer las capacidades instaladas

Para fortalecer las capacidades instaladas, la funcionaria destacó que desde la oficina de ONEP se desarrollaron guías de recomendaciones para el trabajo remoto para empleados y también para el manejo de equipos en forma remota, que se pueden consultar acá: Recomendaciones para empleados públicos sobre trabajo remoto y bienestar social

Además desde la Subsecretaría de Empleo Público se diseñó y está realizando una encuesta para calcular el impacto del trabajo remoto en la APN, consultando el tipos de prestación: remota, mixta, presencial, sin prestación de servicios, etc. y la valoración de los resultados obtenidos.

Desde el área de Fortalecimiento Institucional se realizó el Catálogo sobre derechos y servicios esenciales que el Estado sigue brindando a la ciudadanía que se actualiza permanentemente y se puede consultar acá: Catálogo de derechos y servicios esenciales
Castellani culminó la conferencia afirmando que de esta crisis no se sale “con menos Estado”, sino “con un Estado que debate ideas innovadoras y que produce y brinda servicios esenciales de manera presencial y remota”.

Te invitamos a ver la videconferencia, que fue transmitida en la plataforma del INAP:

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