Participaron de la jornada el Director y el Subdirector de la Escuela del Cuerpo de Abogados y Abogadas del Estado (ECAE), Guido Croxatto y Pablo Cabral; el Director Académico de la Maestría, Patricio Sammartino; la Directora Ejecutiva, Gabriela Stortoni; el Coordinador Académico, David Kronzonas; y los Coordinadores Administrativos Hugo Torres y Matías Copertari.

Reabierta en 2021 tras su cierre durante la gestión anterior, la Maestría en Abogacía del Estado que cuenta actualmente con 46 maestrandos/as, tiene como misión contribuir a la formación de profesionales del derecho en la defensa de los intereses de nuestra Patria. Al mismo tiempo que suma su aporte en la construcción de un Estado fuerte, presente, arbitral y solidario de los intereses de los más débiles que apunten a una igualdad efectiva, a reforzar los lazos sociales y contribuir a una sociedad más justa en un marco de defensa de la soberanía nacional y del interés colectivo.

Iniciado el acto el pasado 10 de marzo, el Director de la ECAE trazó un paralelo entre el Instituto del Servicio Exterior de la Nación de la Cancillería, que forma al servicio diplomático de la Nación, y la ECAE en la Procuración del Tesoro de la Nación, encargada de formar al servicio jurídico: "Así como la Cancillería no delega la formación del cuerpo diplomático, la ECAE no puede tercerizar ni delegar más la formación del cuerpo de abogados del Estado, es su misión y principal tarea". También resaltó la importancia de la Maestría en Abogacía del Estado como espacio de excelencia académica, jerarquizando las carreras de Estado, con la mira en que esta Maestría sea la mejor en su tipo. "Apostamos a que en el futuro sea la primera opción de capacitación elegida por las/os abogadas/os del Estado. Así como alguien que quiere dedicarse a relaciones internacionales tiene como primera opción, antes de cursar una maestría en cualquier universidad, el ingreso al ISEN, para formarse para defender el interés de la Nación, la ECAE apuesta a la Maestría con la misma lógica de competencia y selección académica: que los mejores queden seleccionados para ingresar en la misma, y tengan un reconocimiento por su dedicación y compromiso. Apostamos fuertemente no solo a que la maestría no desaparezca nunca más, sino que los mejores abogados y abogadas queden del lado del Estado, y que luego de cursar especializaciones en la ECAE, tengan la posibilidad de profundizar sus conocimientos en esta Maestría, a la que sólo accederán, como sucede en el ISEN, quienes se destaquen durante la cursada previa".

A su vez Croxatto cuestionó que la “ECAE haya sido desmantelada” durante la gestión anterior (2015-2019) y aseguró que “la Escuela es un espejo de otras políticas públicas, ya que cuando un gobierno tiene interés en la defensa de lo público, espacios como este cobran fuerza”. “Nos tenemos que preguntar por qué esos programas desaparecieron siendo tan importantes”, planteó.

Pablo Cabral destacó la “calidad excepcional” del equipo directivo y aseguró que “los mejores docentes” fueron elegidos para enseñar en esta Maestría. También celebró el “nivel de los y las estudiantes” e hizo hincapié en que “los abogados que aquí se capacitan tienen un rol concreto en la defensa del Estado Nacional”.

Por su parte, Gabriela Stortoni reflexionó sobre género y abogacía y advirtió que el derecho “no puede estar escindido de la ciencia y la tecnología”. A la vez, resaltó la importancia de que esta maestría tenga en cuenta una perspectiva de “diversidad y pluralidad”, a la vez que resaltó la necesidad de “repensar al derecho administrativo desde una mirada de género y sin estigmas”.

En tanto, David Kronzonas se refirió al “valor de lo común” y lamentó que en la Argentina “la apuesta a la grieta tenga tanta vigencia” y advirtió que la “estrategia comunicacional binaria de buenos contra malos ha sido exitosa”. A su vez, advirtió del peligro que representa “cerrar los espacios de disenso” y aseguró que “no existe política sin conflicto”.

Luego, Hugo Torres señaló que “la idea de la Maestría es procurar mejores recursos teóricos y prácticos a los abogados del Estado”, a la vez que recordó con “tristeza” la profunda “desazón que se produjo cuando se anunció en el año 2016 que la Maestría quedaba discontinuada”. En tanto que Matías Copertari expresó su agradecimiento para quienes cursaron durante 2021 en la modalidad virtual, pese a todas las dificultades que aquello implicó.

Finalmente, Patricio Sammartino destacó que la Maestría “está llamada a construir una comunidad de estudio, debate e investigación” y que uno de sus ejes es “la idea de la pluralidad científica, académica e ideológica”. “Ser abogada/o del Estado es una de las tareas más nobles que un profesional del derecho puede realizar”, concluyó.

Por último, cabe destacar que jerarquizar la abogacía pública presupone dotar de herramientas útiles a quienes la ejercen. En este sentido, el objetivo primordial de esta Maestría es contribuir a la formación de una abogacía pública de calidad, consustanciada con los valores y principios del Estado constitucional social de derecho vigente en la república. El desarrollo de la Maestría en Abogacía Pública es un desafío de singular relevancia y conlleva el trabajo en conjunto de la ECAE y la UNTREF.