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2.500 jóvenes ya participaron de "Generación Museos" para fortalecer el vínculo de centros de estudiantes con instituciones culturales

A un año de su creación, Generación Museos, iniciativa impulsada por la secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, ya reunió a más de 2.500 jóvenes de 70 centros estudiantiles en talleres, conversatorios, encuentros guiados y acciones culturales. Como una nueva forma de pensar el patrimonio, el programa concibe a los museos nacionales como espacios para amplificar voces y activar modos colectivos de hacer política y construir ciudadanía.


¿Cómo queremos contar nuestros pasados, intervenir el presente y construir futuros posibles?

Como agente activo en las transformaciones culturales, el movimiento estudiantil tiene su historia y la escribe día a día. Fortalecer la organización de las y los jóvenes y promover el acercamiento y la participación entre centros de estudiantes secundarios y comunidades juveniles con museos e instituciones públicas es el objetivo del programa Generación Museos.

Centro Cultural Kirchner
Centro Cultural Kirchner

“Queremos fortalecer un puente más entre el Ministerio de Cultura y las juventudes, pero no con la juventud en abstracto. Generación Museos tiene un objetivo muy concreto de contribuir al empoderamiento de los centros de estudiantes, espacios paradigmáticos de inicio en la vida política”, señaló Valeria González, secretaria de Patrimonio Cultural.

Museo nacional del Traje
Museo nacional del traje

"Empezamos con los patrimonios de los museos nacionales no para repetir lo que los patrimonios son, sino para ver qué pueden decir esos patrimonios de lo que importa, interesa y preocupa a cada uno de los grupos”, dijo González.

Mercedes Elgarte, coordinadora de proyectos de la secretaría de Patrimonio Cultural, destacó la singularidad del proyecto: “A partir de la pregunta por la noción de museo y de patrimonio, surge la importancia de la voz de las y los jóvenes para construir el futuro y desarmar la idea de que el pasado, basado en narraciones constantes desde el presente, es una construcción inamovible”.

Tomar la palabra

¿Cómo acercarnos al contenido de un museo? En una de las visitas de estudiantes a la Manzana de las Luces, jóvenes del Instituto Mariano Moreno observan con atención el material documental y objetos expuestos como parte de la muestra Escuela de vida. Campamentos universitarios, testimonio de época que ejerce de puente en el tiempo con imágenes y relatos de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires que a mediados del siglo XX organizaban viajes al sur del país.

Manzana de la Luces
Manzana de las Luces

Entre aquellos se encontraban Horacio Maratea y Susana Estévez, quienes comparten sus experiencias con los jóvenes de ahora: el viaje en tren desde Constitución, la comida, las mochilas, los cuadernos de gastos, las canciones en los fogones, el intercambio con las gentes del Sur, la vida lejos de la ciudad. “Los campamentos fueron un antes y un después. Nos aportaron un gran nivel de conciencia de la importancia de la unión, el esfuerzo y la exploración, y nos llenaron de autonomía y autoestima: subir la montaña, llevar tu comida, no saber si vas a llegar, todo te hacía valorar el trabajo personal y colectivo”, repasa Susana, quien fue dirigente de un centro y reafirma que aquellas experiencias fortalecieron posteriores luchas estudiantiles.

Al calor de un fuego recreado desde una pantalla en la Manzana de las Luces, el equipo de educadores de Generación Museos, encabezado por Federico Baggio y Florencia Stáffora, invita a los y las estudiantes a tomar la palabra. “¿Se habían imaginado alguna vez un fogón en un museo?”, abre el diálogo Federico. Algunos cuentan que nunca se fueron de campamento; una joven se confiesa “exploradora” y otros muestran curiosidad por las historias de los mayores.

¿Atesoran ellos en su centro de estudiantes objetos que puedan constituir sus propios archivos, como aquellas libretas donde los estudiantes de Química de los años 60 registraban sus gastos?, ¿Con qué criterios lo hacen?, ¿Qué actividades organizan? “Guardamos actas de las asambleas, organizamos nuestra presencia en marchas”, cuenta una de las chicas.

“Nosotros nunca nos hubiésemos imaginado que hoy iban a estar estos objetos, como las mochilas, exhibidos en un museo”, comenta Maratea, apoyado en su bastón, antes de que Susana cante algunas de las melodías de campamento o himnos de resistencia como “Bella Ciao”, mientras los y las estudiantes inmortalizan la escena con los celulares.

Luego se les invita a que armen su propio cancionero o se inspiren para crear nuevas formas de organización comunitaria, bajo la premisa de que el patrimonio es un acervo vivo y que son múltiples las maneras de narrar la historia.

Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti
Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti

En el Museo Nacional del Grabado, en el Centro de Arte Sonoro y en el Museo de la Historia del Traje, las expresiones de las y los jóvenes se trasladan a piezas de arte gráfico, discursos sonoros y al diseño y realización de trajes colectivos que abordan cuestiones referentes a la moda, el género y la diversidad cultural.

Se trabaja la producción de consignas políticas como parte del patrimonio compartido, y las ideas y reflexiones se replican en fanzines y propuestas de experimentación radiofónica como podcasts, transmisiones en vivo y microprogramas de radio pensados por los protagonistas.

Mientras que en los museos de sitio y memoria, como el Museo Malvinas, la Casa por la Identidad o el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, se da un acercamiento a la historia reciente, y en varias ocasiones, los jóvenes se preguntan por qué ciertos relatos oficiales no mencionan hechos fundamentales para toda una generación estudiantil como, por ejemplo, La Noche de los Lápices.

Otro museo es posible

Según un estudio realizado por la Dirección nacional de Museos y la Coordinación de Investigación Cultural en 2017, las y los jóvenes son de los grupos etarios más esquivos a los museos. Entonces, ¿por qué este programa es tan convocante y celebrado por las propias áreas de educación de los museos?

Federico Baggio ensaya una respuesta: “Visitar un museo con Generación Museos no es ir a una visita guiada tradicional: la horizontalidad, la escucha atenta, la circulación de la palabra, la sinceridad respecto no sólo de lo que pensamos sino también lo que sentimos y creemos son los componentes clave que hacen la diferencia. El patrimonio, la pregunta por ‘lo patrimoniable’ nos lleva sin escalas a preguntarnos por la historia, identidad, memoria, justicia, libertad. Las nuevas voces traen desde su frescura nuevas dimensiones”.

Marina Larrondo, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Conicet especializada en las formas de construcción del compromiso y militancia de jóvenes en distintos espacios, destaca la potencialidad de los museos para iluminar la organización y acción estudiantil: “Por más de que siempre trasciende mediáticamente una toma de escuela o una movilización, los centros de estudiantes se sostienen todos los días por actividades de distinto tipo, sean de bienestar de la escuela o campañas de temas de su interés, que van cambiando, como la ecología o los derechos de los animales. Los centros de estudiantes son promotores de un sinfín de actividades culturales, que están dentro de sus inquietudes desde su constitución”.

El licenciado en Educación José Pereira, cuya tesis de maestría pone el foco en las formas de participación estudiantil en La Matanza desde 2006, coincide: “Los centros de estudiantes constituyen uno de los dispositivos de participación, agencia y socialización política más importantes de las y los adolescentes. La participación de los jóvenes introduce nuevas necesidades e interrogantes, tensiona los límites de lo existente y amplía la idea de lo posible”.

Desde un abordaje crítico y propositivo, como destaca Mercedes Elgarte, Generación Museos acompaña a las y los estudiantes en su derecho a participar de manera activa y responsable en sus problemáticas educativas, a fortalecer las organizaciones estudiantiles, promover la investigación y construcción colectiva de un archivo de las comunidades estudiantiles y a experimentar, a través de herramientas artísticas, modos sensibles y materiales de hacer política.

¿Por qué una Secretaría de Patrimonio desarrolla este programa? “Porque si el patrimonio implica una asignación colectiva de valor, los jóvenes tienen mucho para aportar en esa construcción”, resalta Valeria González.

Generación Museos tiene programadas nuevas visitas estudiantiles a instituciones nacionales que pueden consultarse en sus redes @generacionmuseos.

El cierre del programa será el 15 de octubre en Tecnópolis, con la participación de todos los centros de estudiantes que formaron parte del programa y un conversatorio con integrantes de la RENACE (Red Nacional de Centros de Estudiantes).

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