Con el objetivo de transparentar la asignación de permisos de despegue y aterrizaje, reforzar la seguridad operacional y promover la competitividad, el Poder Ejecutivo aprobó, a través de la Resolución Nº 43/2025 de la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía, el Reglamento Transitorio de Asignación de Slots para vuelos nacionales e internacionales. La norma, publicada en el Boletín Oficial, regirá hasta el 31 de octubre de 2025, con posibilidad de prórroga, y busca ordenar el sistema de despegues y aterrizajes bajo criterios objetivos y alineados con las directrices internacionales de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y Aeropuertos Argentina.

Un slot es el permiso que se le otorga a una aerolínea para despegar o aterrizar en un aeropuerto en un día y horario determinado. Hasta ahora, la asignación en el país carecía de un régimen formal y quedaba sujeta a decisiones discrecionales. Con esta reforma, el sistema se tecnifica, incorpora estándares globales y habilita la comercialización privada de slots entre compañías aéreas, creando un mercado secundario que permitirá una utilización más eficiente de la infraestructura.

El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, explicó el alcance del cambio: “Imaginemos el aeropuerto como una asignación de cada posición de desembarco (típicamente una manga) en bloques de poco más de una hora. Estos son los recursos ‘físicos’ disponibles. Por un tema de planificación y orden en la terminal, la autoridad tiene que hacer una asignación de estos slots a las distintas empresas. Esta asignación, que en el pasado se hacía dándole prioridad a Aerolíneas, a partir de la Resolución 43/25 se hará con criterios objetivos e internacionales.” Y también celebró otra innovación que introduce esta norma: “habilitamos que las aerolíneas puedan luego negociar los slots que tienen entre sí. Este mercado, una innovación a nivel mundial, garantiza una eficiente utilización de la infraestructura física”.

El nuevo esquema se aplicará en todos los aeropuertos, aunque tendrá un primer foco en el Aeroparque Jorge Newbery, declarado “aeropuerto facilitado” por la creciente demanda de vuelos y la saturación de su capacidad operativa. A partir de ahora, las aerolíneas deberán cumplir pautas técnicas estrictas, devolver los slots no utilizados y afrontar sanciones en caso de incumplimiento.

La medida representa un cambio profundo: por primera vez se obliga a declarar la capacidad aeroportuaria, se eliminan trámites burocráticos y se pone fin a asignaciones arbitrarias. Además, al igualarse el tratamiento administrativo para todas las categorías de slots, se eliminan demoras de más de 90 días que generaban costos y trabas para las aerolíneas.

En el marco de la política de cielos abiertos y del proceso de desregulación del sector aerocomercial, el Gobierno ya avanzó en otras reformas clave: fin del monopolio de Intercargo, habilitación de tripulaciones extranjeras, nuevo régimen de infracciones, privatización en curso de Aerolíneas Argentinas, modernización del Código Aeronáutico y la intervención de la ANAC para garantizar la seguridad operacional y mantener la categoría 1 otorgada por la FAA.