Para contribuir a la enseñanza de la Educación Física desde un enfoque de derecho, con inclusión y perspectiva de género, es fundamental proponer espacios de articulación que colaboren con la formación continua e integral de las y los docentes.

Se trata de generar lineamientos y estrategias que permitan a niñas, niños y jóvenes construir y defender su soberanía respecto a la cultura corporal hegemónica que establece modelos y regula sensaciones, formas, gestos motores y posturas permitidas. De esta manera se promueve el acceso y la participación a diversas prácticas corporales como el deporte, los juegos tradicionales y de pueblos originarios, de otras culturas, prácticas ludomotrices y motrices expresivas. Así como la formación de ciudadanas y ciudadanos críticos y conscientes de sus derechos y responsabilidades, especialmente en relación con la cultura corporal.

El deporte y la salud son contenidos que atraviesan la enseñanza de la Educación Física. El deporte es una manifestación cultural, un fenómeno social que excede en muchos aspectos a la Educación Física escolar pero que posee un alto valor educativo como contenido y estrategia.

Si bien las prácticas deportivas son parte de la enseñanza escolar de la Educación Física es necesario fomentar espacios que generen una mirada crítica desde una perspectiva pedagógica que garantice clases inclusivas.

La salud, como concepto integral y holístico que excede los aspectos biológicos, es un contenido transversal del Sistema Educativo en todos sus niveles y modalidades. La Educación Física se relaciona con la salud desde los contenidos curriculares, por eso adquiere un rol central en su enseñanza.

Para poder hacer realidad en todo el territorio nacional la enseñanza de la Educación Física desde un enfoque de derechos, con inclusión y perspectiva de género, es preciso considerar las particularidades jurisdiccionales y regionales, instalando una política basada en el diálogo que restituya los ámbitos federales establecidos por la legislación vigente.