En una serie de nuevas Recomendaciones de Seguridad Operacional (RSO) publicadas en la sección Seguridad Operacional de la JIAAC, se pone el acento en la revisión y evaluación de los riesgos en cuanto a la infraestructura de los aeropuertos y en la necesidad de contar con elementos fundamentales para la operatoria, tales como balizas y ayudas visuales.

La RSO 1649 con fecha de octubre pasado, está dirigida al operador del Aeropuerto Internacional Gobernador Ramón Trejo, de la ciudad de Río Grande (provincia de Tierra del Fuego) pero se considera extensiva a todos los concesionarios de aeropuertos. Puntualmente, recomienda “concretar a la brevedad una evaluación de riesgo de seguridad operacional de todo el sistema” de dicha aeroestación, para lograr la “identificación y análisis de peligros” en todo el ‘lado aire’, es decir, plataformas, calles de rodajes y pista.

Esta RSO está incluida en el Informe de Seguridad Operacional resultante de la investigación del accidente de una aeronave Fairchild M7 Metro SA226 TC matrícula LV-ZEB, ocurrido en el Aeropuerto “Gobernador Trejo” de Río Grande en marzo de 2016. Se trató de un caso de excursión de pista (RE) durante la fase de aterrizaje de un vuelo de aviación general. Tras la carrera y posterior RE, la aeronave logró detenerse contra un montículo de tierra.

En las conclusiones del análisis se explica que existía una “divergencia respecto a la normativa que refiere a los márgenes de pista”. “Si bien esta deficiencia no tuvo relación de causalidad con el accidente, influyó en la severidad del mismo”, acota.

Finalmente este informe también contiene una RSO cuyo destinatario es la autoridad aeronáutica. Se trata de la 1650 que recomienda “consultar con el Estado de diseño y fabricación de la aeronave Fairchild SA-226TC los procedimientos adecuados a aplicar en caso de fallo conocido del sistema de frenos a los efectos de difundir esos procedimientos” entre los operadores de dichas aeronaves.

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Rafaela: respuesta satisfactoria a dos RSO

Siguiendo con la importancia de la infraestructura como elemento fundamental en la seguridad operacional de los aeródromos se destacan las RSO 1477, destinada a la Municipalidad de Rafaela, propietaria del aeródromo de esa ciudad; y la 1644, dirigida a la autoridad aeronáutica.

La primera de ellas recomienda “Controlar el balizamiento” del Aeródromo de Rafaela “en lo referente a su condición de elemento frangible” al tiempo que se sugiere que “se verifique si se ajusta a lo especificado en el Anexo 14 de la OACI concerniente a la reglamentación para la instalación del sistema de luces de pista”.

LA 1644, por su parte, le sugiere a la autoridad aeronáutica “controlar que todas las ayudas visuales que se incorporen a las adyacencias del área de movimiento (márgenes de pista, calles de rodaje y/o plataforma de estacionamiento)” cumplan con lo dispuesto por el mismo anexo.

Cabe destacar que ambas RSO fueron respondidas e implementadas de manera satisfactoria por los destinatarios de las mismas.

Estas recomendaciones se incluyen en el Informe de Seguridad Operacional que resulta de la investigación del accidente del planeador matrícula LV-EPU, el cual luego de un vuelo de entrenamiento, y en la carrera de frenado, impactó con su ala izquierda contra una baliza ubicada en el borde de la pista.

Dicho informe incluye, además, una tercera RSO, la 1478, en la cual se sugiere a la autoridad aeronáutica “poner el mayor énfasis posible en la difusión destinada al personal aeronáutico en particular, de lo dispuesto en el Art. 186 del Código Aeronáutico, el Art. 8 del Decreto 934/70 y el párrafo 91.25 de la RAAC 91, en lo referente a la obligatoriedad e inmediatez de denunciar los accidentes de aviación.

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