Se monitorearon lotes comerciales y experimentales de maíz mediante observación directa en las siguientes localidades: Villa María del Río Seco, Cruz del Eje, Jesús María, Río Primero, Manfredi, Oncativo, Río Tercero, Morteros, Colonia Vignaud, Brinkmann, Porteña, Amprimo, Cotagaita, Porteña, Calchín, Luque, Villa del Rosario, Bell Ville, Marcos Juárez, Corral de Bustos, Canals, La Carlota, General Cabrera, Río Cuarto, Sampacho, Alcira Gigena, Bengolea, Adelia María y Huinca Renancó. También se observaron lotes de Colonia Rosa, Villa Trinidad y Colonia Ana, localidades pertenecientes a Santa Fe, cercanas al límite con Córdoba. Se monitorearon tanto maíces de siembra temprana como tardía.

Dalbulus maidis, conocida en el ámbito agronómico por constituir una pieza clave en la problemática del achaparramiento del cultivo de maíz, es una chicharrita originaria de Centroamérica. Su presencia en Sudamérica está reportada desde hace al menos cuatro décadas. No obstante, en los últimos años, la evolución de los sistemas de producción y de las condiciones climáticas globales han propiciado el acontecimiento de brotes de esta especie que cambiaron la percepción de su potencialidad como plaga del maíz en todo el continente americano. En Argentina se encuentra ampliamente documentado el incremento de su prevalencia y de su impacto económico (Pecci et al. 2012, Virla 2021). La magnitud de la expansión poblacional ocurrida durante el verano de 2024 hacia zonas templadas evidenció que los materiales comúnmente sembrados en zonas núcleo de producción carecen de la base genética necesaria para contener la progresión de las enfermedades que esta chicharrita transmite y evitar la consecuente disminución de la productividad. En la provincia de Córdoba se registró que la prevalencia de las enfermedades a campo podía alcanzar hasta el 100 % de las plantas, tal como se observó en siembras de enero durante aquella campaña icónica. Sin embargo, este nivel de afectación no es esperable en las fechas de siembra típicas de la región central del país (Balbi et al., 2024)
La problemática se encuentra instalada en el norte argentino hace ya varios años (Virla, 2021), en donde la superficie de maíz cultivada ronda el millón y medio de hectáreas. Sin embargo, en la provincia de Córdoba la superficie implantada en 2023/24 fue superior a tres millones de hectáreas (SAGyP, 2025), resaltando la importancia de obtener información de la dinámica de esta plaga en esa porción del área maicera a fin de consensuar estrategias de manejo. La provincia de Córdoba se encuentra localizada en zonas que se han descrito luego de años de estudios de distribución de la chicharrita como de transición y de presencia ocasional. En la primera, que abarca una porción al noreste del territorio de la provincia, la chicharrita desarrolla generaciones durante el verano y sólo unos pocos individuos pueden permanecer durante inviernos suaves. En el resto de la provincia, considerada una zona de presencia ocasional, la chicharrita desarrolla poblaciones durante el verano (principalmente a partir del mes de enero) y no sobrevive durante el invierno (Virla 2013, Fig. 1). El número de individuos presentes en lotes de maíz de cada año dependerá de las poblaciones fuente y de cuán propicias sean las condiciones para la colonización estacional (Virla, 2024).
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Durante el transcurso de la campaña agrícola se monitorearon lotes comerciales y experimentales de maíz mediante observación directa en las siguientes localidades: Villa María del Río Seco, Cruz del Eje, Jesús María, Río Primero, Manfredi, Oncativo, Río Tercero, Morteros, Colonia Vignaud, Brinkmann, Porteña, Amprimo, Cotagaita, Porteña, Calchín, Luque, Villa del Rosario, Bell Ville, Marcos Juárez, Corral de Bustos, Canals, La Carlota, General Cabrera, Río Cuarto, Sampacho, Alcira Gigena, Bengolea, Adelia María y Huinca Renancó. También se observaron lotes de Colonia Rosa, Villa Trinidad y Colonia Ana, localidades pertenecientes a Santa Fe, cercanas al límite con Córdoba. Se monitorearon tanto maíces de siembra temprana como tardía. Durante el otoño se realizó un muestreo con red de arrastre en maíz voluntario, cultivos y vegetación espontánea en las localidades de Manfredi, Marcos Juárez, Colonia Italiana, Las Vertientes, Holmberg, Río Cuarto, Sampacho, Alcira Gigena y Bengolea. Los cultivos monitoreados en esa oportunidad fueron: centeno, avena, alfalfa y trigo. Además, se muestrearon banquinas al reparo del viento, rastrojos de maíz y rastrojos de girasol con presencia de malezas. En caso de encontrarse especímenes, estos fueron colocados en tubos con alcohol 96° y mantenidos bajo refrigeración hasta su procesamiento.
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