La encuesta realizada durante el año 2017 a 128 grupos de investigación pertenecientes a 69 instituciones y potenciales usuarios de la citometría de flujo, reveló que un 94% utiliza o utilizó la citometría de flujo. Un 66% de los que usan esta tecnología posee al menos un citómetro de flujo en su institución (45% del total de los grupos pertenece a un centro adherido al SNCF). La mayor parte de los centros adheridos están ubicados en CABA+GBA, en provincia de Buenos Aires y en Córdoba. Esto se ve reflejado en la cantidad de horas de uso. Aquellos grupos consultados que no usan la metodología no lo hacen por falta de equipamiento y/o conocimiento, lo que evidencia una necesidad de difusión de la metodología.

Más de la mitad de los usuarios requiere el uso de citometría para inmunobiología y áreas relacionadas de la salud (desarrollo de vacunas y oncología). Un área creciente, aunque no muy conocida en el uso de esta tecnología, es el área de biología vegetal. Sin embargo, esta tecnología es usada para una amplia gama de aplicaciones en distintas áreas de investigación. Aproximadamente un 60% lo usa habitualmente (al menos una vez por mes o más frecuentemente).

Una alta frecuencia de los centros adheridos al SNCF se encuentran adheridos también a los Sistemas Nacionales de Microscopía y de Bioterios, mostrando una articulación entre los mismos.

Los centros adheridos manifestaron una notable necesidad o interés de formación de recursos humanos, particularmente en metodologías y procesos de separación de células y en el uso de software de análisis, entre otras múltiples posibilidades de temas de formación.

En resumen, la encuesta muestra que en Argentina numerosos grupos utilizan la citometría de flujo como una técnica habitual y necesaria para sus estudios. Existe un importante parque de equipamiento, distribuido esencialmente en los principales centros científicos del país, el cual en su mayoría se encuentra adherido al SNCF. Sin embargo, al mismo tiempo se encuentra la necesidad de renovación de equipamiento obsoleto y próximo a no tener soporte técnico, así como de escalar a equipos con más prestaciones, según el nivel de utilización de cada centro. También se observa una necesidad de equipamiento para centros que no cuentan con esta tecnología, así como de formación de recursos humanos y personal de apoyo.