Los contaminantes de preocupación emergente son compuestos de distinto origen y naturaleza química que con el avance de las técnicas y el instrumental de detección están siendo ampliamente detectados en los cuerpos de agua y suelo, y que tienen el potencial de impactar negativamente sobre el ambiente, así como causar efectos adversos sobre la salud animal y de las personas.

Una de las preocupaciones centrales radica en que las plantas de tratamiento convencionales de aguas residuales no están diseñadas para eliminarlos por completo, razón por la cual pueden encontrarse incluso en el agua de consumo.

Dentro del grupo de contaminantes de preocupación emergente se encuentran productos farmacéuticos como analgésicos, ansiolíticos, antibióticos, antihipertensivos, hormonas esteroideas, drogas ilícitas. Además de otras sustancias como son los aditivos, los productos de cuidado personal, los plaguicidas, los retardantes de llama, entre otros.

Cuando hablamos de medicamentos, hacemos referencia a productos farmacéuticos que están conformados por sustancias químicas llamadas principios activos y que tienen, entre otras funciones, la de regular mecanismos hormonales, aliviar síntomas, prevenir, curar o enlentecer la progresión de una enfermedad. Dentro de este grupo nos encontramos con los antibióticos que son sustancias químicas que se utilizan para combatir infecciones causadas por bacterias. Otro tipo de medicamento que ha tomado relevancia últimamente son los que intervienen en las vías y ciclos hormonales, como las hormonas esteroideas y análogas. Algunos de ellos utilizados como anticonceptivos.

Origen: Son producidos por la industria farmacéutica.

Usos: Regulación de mecanismos fisiológicos y tratamiento sintomático, preventivo y/o curativo contra enfermedades en plantas, animales y seres humanos.

Fuentes:

• Administración masiva y/o no controlada de medicamentos a animales de producción y cultivos.
• Orina y materia fecal de animales y seres humanos que han ingerido o que se les ha administrado por algún tratamiento médico alguno de estos medicamentos.
• Descarte de medicamentos no utilizados, que pueden estar o no vencidos, sin el respectivo tratamiento, y que siendo liberados a los desagües, a basurales clandestinos o bien vertidos directamente sobre los cuerpos de agua, pueden penetrar al suelo y lixiviar las aguas subterráneas.

Destino: Cuerpos de agua, suelos, alimentos, organismos vivos.

Consecuencias:

• Presencia de residuos de antibióticos y hormonas en alimentos, agua y suelo. Con la consecuente alteración de los mecanismos bioquímicos normales de los organismos que habitan y se alimentan en dichos ecosistemas.
• Los medicamentos pueden ser ingeridos por animales y seres humanos interfiriendo con las vías metabólicas y hormonales (disruptores endócrinos). Se ha observado en organismos acuáticos alteraciones hormonales, del desarrollo sexual e incluso cambios de sexo, a causa de dichos disruptores.
• Uno de los efectos más preocupantes del uso indiscriminado y la consecuente exposición continua del ambiente a los antibióticos, es la aparición de resistencia a los antimicrobianos (RAM). Esta resistencia ocurre cuando los diversos microorganismos que habitan en el suelo, en cuerpos de agua, en animales y en los seres humanos, toman contacto con dichos antibióticos a concentraciones que no les provocan la muerte. Esto les permite ganar el tiempo suficiente para generar estrategias para resistir y adaptarse a diversos antibióticos, que dejarán de tener efecto en el momento en que sean aplicados.
• A su vez, dichas bacterias tienen la capacidad de compartir a otros microorganismos la información genética que obtuvieron para generar esa resistencia, lo que contribuye a agravar el problema.