En el marco de la Ley 27.287, que crea el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil (SINAGIR), la Secretaría de Protección Civil diseñó el programa de Fortalecimiento Municipal SINAGIR Ciudades Resilientes en materia de RRD y que se encuentra totalmente alineado con la Campaña Mundial “Desarrollando Ciudades Resilientes” de UNDRR.

En este sentido, los gobiernos locales tienen la responsabilidad primaria en la respuesta ante desastres, muchas veces con capacidades limitadas para ejercerlas. Asimismo, están a cargo de prevenir, gestionar y reducir el riesgo de desastres, al igual que en la creación o la puesta en marcha de sistemas de alerta temprana, y en el establecimiento de estructuras de gestión de crisis/desastres específicos. La prevención y preparación ante los riesgos de desastre debe formar parte del desarrollo local, ya que una mejora en la planificación redunda en una mejor respuesta ante emergencias y, a su vez, se erige como uno de los aspectos fundamentales para realizar con eficiencia las tareas necesarias en materia de protección civil.

Las ciudades requieren estrategias que permitan avanzar hacia la sostenibilidad y a la vez garantizar la seguridad de la población, el acceso a los servicios, la adaptación al cambio climático, el ordenamiento territorial, entre otros. Cabe destacar que la reducción del riesgo de desastres debe ser una política transversal que requiere un compromiso político, la comprensión y apoyo de la comunidad, y el conocimiento científico-técnico, conjugados en el marco de una planificación responsable.

Proyectar ciudades resilientes implica reducir las vulnerabilidades y aumentar las capacidades de adaptación y recuperación frente a la posibilidad de ocurrencia de un evento adverso, es decir: frente a la existencia de amenazas de origen natural o antrópico que pueden afectar a una comunidad. Una ciudad y una comunidad preparada es aquella que conoce las amenazas a las que está expuesta, cómo, dónde y porqué se originan y sabe cómo dar respuesta en el caso de que la amenaza se manifieste.

Por esto, para disminuir el nivel de riesgo al que se expone una comunidad es necesario incorporar metodología que guie y ordene el accionar en los tres niveles organizativos del Estado, pero sobre todo en el nivel local, siendo que éste se constituye como el primer respondedor ante situaciones de emergencia y es el gobierno local clave en el desarrollo de acciones de prevención ya que trata más efectivamente el vínculo con la comunidad.

En este marco, es que se diseña este programa general, el cual se adapta a la tarea que debe realizar la Secretaría de Protección Civil, en su carácter de Secretaría Ejecutiva del SINAGIR y que profundiza su labor plasmada en el Plan Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres (2018-2023) -en el cual se desglosan las amenazas antrópicas o naturales que aquejan a cada región el país-, por entender que un trabajo pormenorizado y llevado a gobiernos locales colabora de sobremanera a reducir las vulnerabilidades de comunidades enteras y proteger a las zonas rurales.

Con el propósito de promover el fortalecimiento institucional y gubernamental, así como la definición de políticas públicas que promuevan procesos que incrementen la resiliencia, la presente iniciativa de carácter federal propone un abordaje interdisciplinario e intersectorial a través de una estrategia sólida que articule las prioridades de la ciudad dentro de un desarrollo integral interinstitucional.

El desafío expuesto requiere el involucramiento del SINAGIR a través del rol organismo coordinador y articulador que cumple la SPC, a fin de trabajar conjuntamente con los diferentes actores, desarrollando nuevas estructuras organizacionales e institucionalidad que sienten bases sólidas en el nivel local para lograr el fortalecimiento institucional, tanto en lo referente a la gobernanza como a la operatividad en materia de GIRD.