Llamamos consumo de alcohol a la ingesta de bebidas alcohólicas.

El alcohol es una sustancia psicoactiva cuyo ingrediente central es el etanol. Es “psicoactivo” porque cuando tomamos alcohol, se produce una alteración en el sistema nervioso central, lo cual puede modificar el funcionamiento del cuerpo y la mente.

De acuerdo a la cantidad y frecuencia, se pueden determinar patrones de consumo de alcohol: consumo de riesgo, consumo perjudicial, consumo episódico excesivo/circunstancial y consumo dependencia/alcoholismo.

No existe un nivel de consumo que sea seguro porque el alcohol es una sustancia tóxica psicoactiva, que provoca dependencia y altera tu sistema nervioso central.

A mayor consumo de alcohol, mayor:

Riesgo para tu salud:

• Enfermedades gastrointestinales, cardiovasculares, cirrosis y distintos tipos de cáncer.
• Enfermedades neuropsiquiátricas como depresión, trastornos del sueño, ansiedad, etc.
• Accidente cerebrovascular (ACV).
• Sistema inmunológico comprometido.
• Dependencia al alcohol.
• Lesiones.

Riesgo para la salud de otras personas:

• Violencia familiar.
• Violencia callejera.
• Violencia en la pareja.
• Lesiones o muerte por siniestro vial.

Por eso, te recomendamos reducir el consumo de alcohol o evitarlo.

Consumo de alcohol y suicidio

Según tu nivel de consumo de alcohol, se pueden provocar cambios en:

• sentimientos.
• estados de ánimo.
• la toma de decisiones.

Por ello, algunos efectos asociados son:

• Infelicidad, tristeza, melancolía.
• No pensar de forma clara.
• Comportamientos impulsivos.
• Mayor riesgo de intento/ideas suicidas y/o suicidio consumado.