Qué es, cuáles son los síntomas, cómo se transmite, se trata y se previene la leishmaniasis visceral.

¿Qué es?

La Leishmaniasis visceral (LV) es una enfermedad grave causada por un parásito llamado Leishmania. Afecta tanto a personas como a perros, y si no se trata a tiempo, puede ser mortal.
En algunas localidades de la región NEA y NOA de nuestro país se han presentado casos de esta enfermedad.

¿Cómo se transmite?

La leishmaniasis visceral se transmite a través de la picadura de un insecto muy pequeño (de 2 a 4 mm) llamado flebótomo, conocido popularmente como "torito", "plumilla" o "carachay". Cuando este insecto pica a un perro infectado, ingiere el parásito presente en su sangre. Luego, al volver a picar a otro perro o a una persona, transmite ese parásito y produce la infección.

No se transmite por contacto directo de persona a persona, ni por contacto directo con perros infectados. Se han descripto casos de transmisión vertical (es poco frecuente) y parenteral (a través del uso compartido de agujas).

¿Cuáles son los síntomas?

En las personas, la leishmaniasis visceral puede afectar órganos vitales como el bazo, hígado, médula ósea y ganglios linfáticos. Los síntomas más frecuentes incluyen: fiebre prolongada (por varias semanas), aumento del tamaño del abdomen (por agrandamiento del bazo e hígado), pérdida de apetito y de peso, cansancio extremo, tos seca y diarrea o vómitos.

En los perros, los signos pueden variar, pero los más comunes son: decaimiento y pérdida de apetito, pérdida de pelo y descamación, especialmente alrededor de los ojos y el hocico, crecimiento anormal de las uñas, úlceras o heridas en la piel, sangrado nasal. A veces los perros no presentan síntomas visibles, pero pueden estar igualmente infectados y contagiar al flebótomo que los pica.

¿Cuál es el tratamiento?

Incluye el tratamiento farmacológico y el sintomático y de las complicaciones de la enfermedad. Se recomienda la internación de los pacientes durante los primeros 7 a 10 días para su seguimiento clínico y terapéutico estricto.
El Ministerio de Salud de la Nación provee la medicación en forma gratuita a todo el país.

¿Cómo se puede prevenir?

La primordial medida preventiva es erradicar el flebótomo de los hogares y evitar que los perros se infecten, y detectar en el perro los síntomas que pueden hacer sospechar leishmaniasis. Para eso se debe:

• Erradicar hojas y malezas de los alrededores de las viviendas y la basura acumulada en las casas.
• Mantener el terreno alrededor de la vivienda libre de malezas y corrales, y los animales domésticos y mascotas alejados de la vivienda durante la noche.
• Utilizar repelentes para insectos, mosquiteros o telas metálicas.
• Usar camisas de manga larga y pantalones o aplicar repelente en el caso de transitar por zonas selváticas o con mucha vegetación.
• Limpiar los lugares donde habitan los perros y evitar que sean picados por los flebótomos mediante collares o pipetas repelentes que deben ser renovadas según las instrucciones.
• Estar atentos a si nuestro animal de compañía presenta alguno de los síntomas mencionados, y en ese caso llevarlo a la veterinaria.
• Evitar el traslado de perros sanos e infectados desde y hacia zonas con leishmaniasis visceral, para evitar la diseminación de la enfermedad.