
Las Comisiones del Centenario pensaron dos grandes símbolos escultóricos situados en la Plaza de Mayo y en la flamante Plaza del Congreso, engarzando ambas piezas celebratorias en el marco del eje cívico monumental de los poderes centrales del Estado. El gran Monumento de la Independencia Argentina –o Monumento a la Revolución de Mayo–, situado en la histórica plaza, nunca llegó a realizarse. Habían resultado ganadores del concurso el arquitecto Moretti y el escultor Brizzolara, y en segundo lugar el belga Jules Lagae, quien pocos años más tarde sí realizará el de la Asamblea del Año XIII y el Congreso de Tucumán de 1816.
Consiste en una terraza elevada ejecutada en piedra de Nancy, rodeada por una balaustrada con bronces de cóndores y rondas de angelitos y una gran fuente-estanque que representa al Río de la Plata, de cuyo centro emergen caballos marinos; corona el pedestal la alegoría de la República. El nuevo recinto escenográfico del paseo –inaugurado en 1910 al ampliarse la Plaza Lorea según diseño de Thays– alberga el monumento de los Dos Congresos, cuya silueta se recorta frente a la mole colosal del palacio legislativo. El nuevo trazado contaba, hacia el oeste, con el citado monumento, mientras que en el lado este terminó instalándose “El Pensador”, uno de los dos bronces fundidos del molde original y firmados por el genial escultor francés Auguste Rodin.
La génesis de esta mítica pieza se inicia con su proyecto para una Portada Monumental de la Divina Comedia, en la que concibe una síntesis extraordinaria de la figura poética y a la vez pensante del Dante, representado frente a las Puertas del Infierno. La célebre obra maestra es un formidable desnudo masculino sedente en actitud pensativa, en el que se manifiesta toda la inmensa fuerza expresiva e innovadora tan característica del autor. El monumento a Mariano Moreno, encargado por iniciativa de Adolfo Carranza –fundador y primer director del Museo Histórico Nacional– celebra a uno de los representantes del ala más radical de la Revolución de Mayo. La figura sedente del prócer está acompañada por un cóndor, símbolo de su pensamiento elevado y audaz.
Textos: Sergio López Martínez.
Ubicación:
Provincia: Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Dirección: Rivadavia, Avenida Entre Ríos, Hipólito Yrigoyen y Presidente Luis Sáenz Peña
Declaratoria: Decreto N° 437/1997
Categoría: Lugar Histórico Nacional