Es la porción más austral del Atlántico Sudoccidental y forma parte de la provincia biogeográfica Subantártica. Es de carácter homogéneo debido a la clara dominancia de aguas frías, con presencia de especies de anfípodos, poliquetos, moluscos, esponjas y briozoos, entre otros taxones propios de esta provincia que se extiende alrededor del extremo austral del Cono Sur, por el Pacífico y el Atlántico.

La región marina austral engloba importantes sectores frontales de alta productividad y biodiversidad, como los Frentes Estuarial Frío (Canal Beagle) y Subantártico. Incluye, también, una porción del talud, del Pasaje de Drake y configuraciones geomorfológicas sobresalientes como cañones y montes submarinos que albergan una alta biodiversidad y presentan una gran vulnerabilidad.

Es un área clave para los ecosistemas marinos ya que pueden sostener una gran diversidad de grupos faunísticos que las aprovechan como áreas de alimentación y cría.

Ante un contexto de cambio climático global (CCG), las variaciones en las condiciones ambientales oceánicas pueden alterar la estructura y función de los ecosistemas marinos pudiendo, por ejemplo, llevar a una disminución de la productividad pesquera y de otros servicios ecosistémicos del océano.

Asimismo, es una zona de tránsito para embarcaciones de distintos tipos y de actividad por parte de buques pesqueros.