El objetivo principal es detectar brotes de infección por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) tempranamente para tomar medidas de contención que reduzcan su propagación, en una población altamente vulnerable.

La estrategia de vigilancia consiste en el testeo periódico mediante toma de hisopado naso faríngeo y orofaríngeo en residentes y personal de salud de los veinticinco establecimientos enrolados en la zona. Las muestras son analizadas en el INE con el método de pooles.

La detección activa de casos por medio de la vigilancia epidemiológica conduce a la implementación de estudios de brote en la residencia afectada de manera oportuna, permitiendo revelar la infección incluso en personas que se encuentran cursándola en forma asintomática. El abordaje combina la toma de muestras de hisopado según criterio epidemiológico con la implementación de medidas de bloqueo orientadas a evitar la expansión de la enfermedad en el establecimiento.

Los/as responsables de los establecimientos y su personal de salud vienen colaborando activamente con la estrategia, aunando esfuerzos en pos de la prevención y el control de la epidemia a nivel local.