Presidencia de la Nación

Un impulso para las investigaciones sobre calidad de agua

La CONAE, a través del Instituto Gulich y junto a otros organismos del sistema de ciencia y tecnología nacional, lleva adelante un estudio para el monitoreo con sensores remotos de embalses de Córdoba destinados a consumo humano. Recientemente sumaron nuevos equipamientos para contribuir a estos trabajos y a las tesis de posgrado que abarcan esta temática.


El Instituto Gulich (IG), perteneciente a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), avanza en sus estudios para monitorear con satélites la calidad de agua en embalses que son destinados a consumo humano. Los trabajos incluyen al grupo de investigación liderado por Anabella Ferral, en colaboración con otros institutos y universidades como la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), y diferentes tesis académicas que se llevan a cabo en el marco de las maestrías y del doctorado del IG.

Equipamiento clave

En este marco, el grupo de trabajo recibió recientemente dos nuevos equipamientos de alta tecnología para la validación de las variables geofísicas derivadas de productos satelitales. “La sonda bbe AlgaeTorch sirve para llevar a cabo monitoreos de microalgas y cianobacterias en todo tipo de agua, tanto dulce como salada. Este equipo permite realizar estimaciones de la concentración de clorofila-a in situ en cuerpos de agua por la técnica de fluorescencia. Una medición completa se lleva a cabo en menos de 20 segundos y no se necesita preparación de la muestra. Esta es una ventaja significativa respecto a otros métodos tradicionales que implican una etapa de filtrado y extracción con solvente del pigmento”, explicó Ferral. “Una de las ventajas más importantes de este instrumento es la posibilidad de realizar mediciones de concentración de clorofila-a in situ, asociados a coordenadas GPS que también se miden con la sonda, en simultáneo con el paso de un sensor satelital”, agregó.

La sonda sirve para llevar a cabo monitoreos de microalgas y cianobacterias en todo tipo de agua. Este equipo permite realizar estimaciones de la concentración de clorofila-a in situ en cuerpos de agua por la técnica de fluorescencia.

Además, la sonda permite discriminar la concentración de clorofila-a total de aquella proveniente de cianobacterias, lo cual facilitará el desarrollo de algoritmos satelitales para detectar y cuantificar este tipo de especies. Esta funcionalidad es muy importante ya que algunas especies de cianófitas son capaces de producir compuestos tóxicos para la vida acuática y para los seres humanos. Si bien la relación entre estas dos variables está programada de fábrica, el instrumento permite recalibrar el modelo a partir de especies de cianobacterias locales.

Por otro lado, el espectrofotómetro UV-VIS, de doble haz y 1 nm de ancho de banda, permitirá detectar y cuantificar compuestos químicos de interés ambiental en diferentes matrices, como soluciones acuosas y filtros.

El espectrofotómetro permitirá detectar y cuantificar compuestos químicos de interés ambiental.

Tecnología para conocer más

Estos instrumentos contribuirán al avance de al menos cuatro tesis de doctorado en Geomática y Sistemas Espaciales del Instituto Gulich y una de licenciatura en Física de la UBA.

La tesis de Alba Germán se concentra en estudiar la calidad de agua en el embalse San Roque, provincia de Córdoba, donde realiza un modelado de ocurrencia de explosiones algales. La tesis de Giuliana Beltramone involucra el monitoreo de contaminantes en la nieve en la Patagonia, con sensores remotos y mediciones a campo. Por otro lado, la tesis de Sofía Pana estudia la contaminación de los ríos Suquía y Xanaes, de Córdoba, y su relación con el uso del suelo. Los equipos también aportarán a la tesis de Víctor Gauto, quien trabaja en detectar y pronosticar parámetros de turbidez en el río Paraná, y a la de Francisco Nemiña, quien trabajará en modelos físicos de color del agua y algoritmos de corrección atmosférica en colaboración con científicos de la misión SABIA-Mar.

Los nuevos equipos servirán para avanzar en investigaciones sobre calidad de agua y contaminantes en nieve, entre otras.

“Estos instrumentos representan un valor agregado nuevo para nuestro grupo de investigación y van a significar un avance importante para nuestros trabajos”, indicó Ferral. Además, destacó que “los equipos se incorporarán al laboratorio de óptica del IG para complementar las capacidades instaladas y estarán a disposición de todos los alumnos, investigadores y docentes como así también para personal de otras gerencias de la CONAE. En especial, para el grupo de ciencia de la misión SABIA-Mar, con quien colaboramos activamente”.

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