Territorios del Canto, una caja de resonancia para las voces de las mujeres de nuestro país en "Nosotras Movemos el Mundo" 2023
Doce cantoras, integrantes o descendientes de las comunidades indígenas, presentaron el espectáculo "Territorios del Canto" dentro de las actividades destacadas de la cuarta edición de Nosotras Movemos El Mundo. En esta nota, el concierto completo.
Como parte de Nosotras Movemos el Mundo, doce cantoras, integrantes o descendientes de las comunidades indígenas, mostraron la vigencia de la música de raíz el sábado 4 de marzo. El Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner fue una caja de resonancia de los sonidos del país.
En la apertura del concierto Territorios del canto, Nadia Larcher, Andrea Mamondes y Lorena Carpanchay interpretaron la vidala La vida mía, de autor anónimo, con la que culminan la interpretación de una serie de coplas y tonadas. El público, entregado al ritual del canto con caja, acompaña con palmas.
La propuesta de esta presentación, que integró la programación de Nosotras Movemos el Mundo, fue tan directa como contundente: doce cantoras que forman parte de pueblos, naciones y comunidades indígenas, o son descendientes de esos pueblos, se alternaron en el escenario para cantar un repertorio en lenguas originarias y en castellano, acompañadas por doce músicas con instrumentos étnicos y clásicos. También recitaron fragmentos de poesías en lenguas indígenas.
El patrimonio cultural sigue siendo una caja de sorpresas llena de tesoros a descubrir. Se escucharon a las cantoras volver sobre el guaraní, el quechua, el mapuzungun; a las músicas se las vio tocar instrumentos como el erke, la caja, el charango, el siku. La memoria también se construye en el diálogo permanente con nuevos elementos: en este mapa de sonidos, incluso sonó el hip hop, que no desentona con el ancestral canto improvisado.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche ocurrió cuando la cantante tilcareña Cristina Paredes entonó el huayno La canastita. Su voz desató una celebración de las raíces nativas: sobre el semicírculo que forma el escenario, las otras intérpretes se levantaron de sus sillas para bailar y los espectadores para ovacionarla.
Piedra y camino
Territorios del canto conecta con las diferentes regiones del país y con las culturas de sus comunidades. En cierto sentido, rememora los proyectos de Leda Valladares de salir con un grabador en mano a rastrear la memoria musical de un país, y evoca la idea yupanquiana de recorrer los confines de nuestra geografía para convertirnos en portadores de un legado anónimo.
Pero con una diferencia sustancial: aquí, en un juego de espejos, el viaje es de los cerros y del campo a la urbe. Como una caja de resonancias, el Centro Cultural Kirchner rescata los sonidos del país y los amplifica en todas las direcciones posibles.
El concierto mantuvo un registro que combina poesías y música en vivo, lenguas originarias y castellano, transmisión de la memoria y nuevas composiciones. Noe Pucci y Awka Liwen rapean sobre un fondo de reggae; Beatriz Pichi Malen interpreta el tradicional mapuche Müxun Tayül; Sara Mamani presenta su obra Mi fuerza; Anahi Mariluan entona La espera - Üngüm; Ema Cuañeri hace lo propio con el tradicional qom La algarroba; Verónica Condomí versiona La Negra Eulogia, de Teresa Parodi, sobre la historia de una mujer afroguaraní; y Micaela Chauque canta su tema Jallalla.
Con arreglos de Popi Spatocco, las canciones son interpretadas por las instrumentistas Nuria Martínez, Silvia Fernández, Natalia Cabello, Mariana Baraj, Pao Fassi, Van Shake, Clara Aita, Diana Arias, Mariana Levitin, Carolina Rodríguez, Cecilia García y Ernestina Inveninato.
Para cantar he nacido
El espectáculo no solo puso en foco una serie de identidades musicales, sino que también esbozó respuestas sobre algunos interrogantes: ¿qué pasó con el repertorio de raíz? ¿se mantienen vigentes las tradiciones de los pueblos originarios? Y, sobre todo, ¿quiénes son nuestras cantoras indígenas?
Sobre el final, Anahi Mariluan –mentora de Territorios del canto y del podcast de título homónimo creado junto a Estefanía Cajeao– dio algunas pistas que guíaron la propuesta: “Estamos felices de hacer este primer escenario íntegramente con nosotras: mujeres de los territorios de los pueblos originarios. En este mes de la mujer trabajadora, nuestro canto se ha vuelto oficio. Nos encontramos juntas valiéndonos de las experiencias que tenemos en nuestros territorios, todos en resistencia”.
El cierre fue con el tema Jacha Mallku - Cinco siglos resistiendo, cuya letra, que se canta como un mantra, le da cohesión a todo el proyecto.