Presidencia de la Nación

Se presentó el Proyecto Relámpago

Se trata de una iniciativa que busca estudiar las fuertes tormentas que ocurren en nuestro país, especialmente en las provincias de Córdoba y Mendoza.


Esta mañana, en la Biblioteca del Centro Cultural de la Ciencia (C3), se realizó la primera reunión de presentación y coordinación institucional del proyecto “Relámpago-CACTI: Cazando tormentas en la frontera de la ciencia” en la Argentina. La apertura estuvo a cargo del secretario de Articulación Científico Tecnológica, Agustín Campero, y contó con la presencia de autoridades y representantes de diversos organismos del sistema científico tecnológico e investigadores interesados en la temática.

“Este encuentro es muy importante porque se presenta un proyecto que funciona como un gran ejemplo de trabajo interinstitucional no sólo entre distintas instituciones sino también entre organismos de distintos países”, afirmó Campero en alusión a la cooperación entre Argentina y Estados Unidos. “La ciencia y la tecnología son las mejores herramientas para tender puentes entre naciones”, agregó.

La subsecretaria de Coordinación Institucional, Paula Nahirñak, por su parte, expresó que “desde el Ministerio y la Secretaría de Articulación el objetivo central es generar espacios de articulación como estos y permitir que este tipo de proyectos, que desbordan las capacidades de una sola organización, puedan llevarse a cabo: nuestro rol de articulador institucional está para facilitar esos vínculos”, aseguró.

A continuación, el profesor en Ciencias de la Atmósfera en la Universidad de Illinois, y responsable del proyecto, Steve Nesbitt, realizó una presentación en la que explicó que la iniciativa es un estudio para confirmar las sospechas de los meteorólogos que indican que las tormentas más fuertes del mundo suceden en nuestro país, especialmente en la región de Mendoza y Córdoba, hacia la región del noreste Argentino: “Aquí ocurren las tormentas eléctricas más poderosas del mundo”, afirmó.

Explicó, además, que la campaña se llevará a cabo entre noviembre y diciembre en la provincia de Córdoba, que participarán investigadores de Estados Unidos y se instalarán distintos instrumentos traídos desde dicho país, “y también utilizaremos equipos provistos por el Servicio Meteorológico Nacional y algunas universidades” para estudiar las frecuentes precipitaciones y el tiempo severo: “La geografía de Córdoba y Mendoza nos permite estudiar y recopilar datos sobre tormentas fuertes”. De esta manera, el Proyecto podrá colaborar para mejorar los modelos que se utilizan para los pronósticos en Argentina.

A su turno, la directora del Servicio Meteorológico Nacional, Celeste Saulo, especificó cómo Relámpago-CACTI impactará en el pronóstico de los eventos de alto impacto: “Relámpago, más allá de que aportará información sobre el cambio climático, podrá mejorar nuestros esquemas conceptuales, lo que impactará en nuestros pronósticos” Además, remarcó que “es fundamental generar articulación entre la producción de conocimiento y la producción de servicios”. Mientras que Paola Salio, investigadora del CIMA, dio detalles acerca de los esfuerzos argentinos para apoyar al Proyecto, “como los sondeos operacionales, las estaciones de superficie, la instalación del instrumental, y el uso de datos de las redes operativas del SMN”.

Por la tarde expusieron el director del Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (SINARAME), Carlos Lacunza, sobre la importancia de los datos de los radares argentinos; Gabriela Nicora, investigadora del  Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), sobre la utilidad de los dispositivos de medición de campo eléctrico en Ralámpago-CACTI; y Martín Rugna del SMN.

El proyecto Relámpago (Remote sensing of Electrification Lightning and Meso-micro scale Processes with Adaptive Ground Observations) cuenta con el apoyo del CONICET, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), y el Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera (CIMA) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, y de la Universidad Nacional de Córdoba. Una de las fuentes de financiación es la National Science Foundation (NSF) de los Estados Unidos. 

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