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Ricardo Güiraldes, un escritor de tradición

Aunque habló francés y alemán antes que español, es uno de los autores ligados a la literatura gauchesca. Su novela cúlmine, Don Segundo Sombra, se publicó un año antes de su muerte, a los 41 años. En esta nota, repasamos parte de su vida y obra.

El 13 de febrero de 1886, Ricardo Güiraldes nació en el seno de una familia aristocrática argentina: su padre, Manuel Güiraldes, participó en política como intendente de Buenos Aires, mientras su madre, Dolores Goñi, era descendiente de la familia fundadora del pueblo San Antonio de Areco: los Ruiz de Arellano.

Al año de nacer, Ricardo se trasladó a Europa para vivir hasta los cuatro años en la capital francesa, donde aprendió alemán y francés haciendo del castellano su segunda lengua. Sin embargo, al regresar a América a poco de cumplir un lustro y alternar su vida entre el campo y la ciudad -entre San Antonio de Areco y Buenos Aires-, la tradición campestre despertó en él un interés que vertería en su literatura. En esos años era un apasionado por el dibujo, como su padre, y en sus primeras pinturas al óleo ya se reflejaba su pasión por las escenas de la vida de campo. Entre sus conocidos figuraba un tal Segundo Ramírez, quien sería el muso inspirador de su personaje más mítico.

En 1904 ingresó en la Facultad de Arquitectura para luego inclinarse por el Derecho, aunque ninguna de las dos carreras lo convencería. Los viajes, en cambio, fueron los que inspiraron a Ricardo a perseguir sus intereses. Visitó Japón, Rusia, India y España. Finalmente se instaló en París. Güiraldes, durante los primeros años del siglo XX, comenzó a escribir sus primeros cuentos y poemas con una clara ambientación campestre.

En 1913 se casó con Adelina del Carril y, ese mismo año, muchos de sus cuentos se publicaron en la revista Caras y Caretas. Su carrera literaria comenzó a ascender, continuó viajando, conociendo escritores y frecuentando tertulias como lo hacía en París. Cuatro años más tarde publicó su primera novela: Raucho (1917), una obra de carácter autobiográfico y ambientada en la pampa argentina. Su estilo, al igual que sus contactos, siguieron depurándose.

En 1922, Jorge Luis Borges, Macedonio Fernández, Norah Borges y Eduardo González Lanuza fundan la revista, de la que el propio Ricardo Güiraldes fue cofundador y colaborar activo. También lo haría en otra publicación notable de la época: la revista Martín Fierro. Ambas estuvieron ligadas a los movimientos de vanguardia de la literatura y las artes. Pero fue tras aquella experiencia cuando comenzó a escribir su obra más famosa: Don Segundo Sombra, editada cuando cumplió 40 años, el 16 de mayo de 1926. Esta novela, desde otra perspectiva, abordaría temáticas de la literatura gauchesca: género iniciado por Hilario Ascasubi, Bartolomé Hidalgo, Estanislao del Campo y, por supuesto, José Hernández. Leopoldo Lugones fue uno de los autores que más celebró la publicación.

Escrita en prosa y en primera persona, el protagonista de la obra, Fabio Cáceres, descubrirá ciertos valores como la lealtad y la valentía de la mano de su padrino: Don Segundo Sombra, personaje inspirado en Segundo Ramírez, un paisano que Ricardo conoció en Areco y que eligió como arquetipo para su historia. El viaje iniciático de Fabio cuenta sobre su evolución hasta convertirse en un hombre de campo, de la mano de Don Segundo, quien refleja con idealismo la vida en la llanura pampeana, las arduas tareas del baquiano y el vasto universo que existe fuera de las grandes ciudades.

Un año después de su publicación más exitosa, mientras se encontraba de viaje por Francia, debió ser trasladado a París a causa de la enfermedad de Hodgkin, o cáncer de los ganglios. El 8 de octubre de 1927, a los 41, murió en la casa de su amigo Alfredo González Garaño. Sus restos fueron luego trasladados a San Antonio de Areco.

Don Segundo Sombra fue tan exitoso que 43 años después de su publicación, Manuel Antín transformó la obra en una película que fue nominado al Palma de Oro en el Festival de Cannes y obtuvo el Premio Cóndor de Plata como Mejor Película. La película se estrenó en 1969, protagonizada por Adolfo Güiraldes, Alejandra Boero, Héctor Alterio y Soledad Silveyra. Su novela corta Rosaura (1918) también llegó a la pantalla grande como Un idilio de estación (1978), del director Aníbal Uset.

Hoy, a 139 años de su nacimiento, Ricardo Güiraldes continúa siendo uno de los autores más notables que dejaron huella en la literatura de una época. Allí narró y expresó cierta cosmovisión e idiosincrasia de ciertas tradiciones de una Argentina siempre dinámica y en movimiento.

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