Días atrás se inauguró, en el segundo piso del Centro Cultural Borges, Fulguraciones, la nueva puesta de la artista, diseñadora y escultora Renata Schussheim en la que presenta esculturas y fotografías intervenidas por ella.

En la cúpula vidriada de la Plaza de las Artes, nadan en el aire nueve escultóricas atletas que en su danza aérea, ingrávida y silenciosa forman una espiral áurea, que remite a aquellas descritas, siglos atrás, por Leonardo de Pisa conocido también como Fibonacci.

La libertad y luminosidad de estas figuras, realizadas en tecnología 3D, muta a un universo más oscuro, lúdico y siniestro al ingresar a la Sala de exposiciones temporarias 2, Pabellón II . Allí se exhiben 22 fotografías blanco y negro que Renata encontró en Internet e intervino a mano. Extrañas imágenes, impresas en gran tamaño, en las que se ven personas disfrazadas de osos junto a niñas, niños o familias.

La exposición cuenta con un equipo integrado por Romina Del Prete (producción ejecutiva), Mario Astutti (realización 3D esculturas), Hernán Gigante (impresión fotográfica), Damián Laplace (banda sonora), Roberto Traferri (iluminación), Matías Otalora (video) y Martín Gorricho (diseño gráfico).

En esta nota Renata Schussheim cuenta más sobre la muestra, habla sobre su debilidad por los osos y nadadoras y el impacto que desea generar en el público, entre otras cosas.

-¿Cómo nace Fulguraciones, la muestra que exhibe en el Borges?

-Surge a partir de una invitación que me hizo Ezequiel Grimson. Me mostró la sala, que antes se llamaba Berni, y me invitó a exponer ahí. La sala me pareció hermosa; la pensé sacando los tabiques y pintándola de gris, que le daba un aire más industrial, y al salir me señaló la cúpula y me dijo que si me interesaba la Plaza de las Artes también podía hacer algo ahí, y eso la verdad que me estimuló muchísimo. El disparador de esta muestra fueron la invitación y el espacio existente.

-¿Cómo nace la fascinación por los osos y las nadadoras que se ven en la muestra?

-La fascinación por los osos y las nadadoras son viejas obsesiones; creo que las nadadoras, las que vuelan, todavía más antiguas que los osos, pero siempre me fascinaron y me gustaron mucho los osos polares y me gustaron siempre las nadadoras mujeres con esa gorrita que la utilicé infinitamente desde hace años, años y años. Y las obsesiones en realidad son medias oscuras, vienen de un mundo que tienen que ver más con los sueños, así que es muy difícil de explicarlas.

-¿Qué pretende generar en el visitante de la muestra?

-Esta muestra pretende generar algún tipo de emoción, que alguien venga y se emocione, ya sea viendo una foto, una escultura, escuchando una música, viendo la ola, que le movilice cosas personales, que lo haga sentir, que lo haga apartarse un poco del ruido, eso ya es el mérito más importante. Creo que la gente hacedora o artista es transmisora, un conducto para que sienta motivado, emocionado, para que sienta cosas quien está mirando.

-Fulguraciones es una muestra donde se percibe el gran equipo de trabajo que hay detrás, ¿los convocó para esta ocasión o ya la vienen acompañando en su labor?

-Hace mucho que trabajo con parte del equipo, como Roberto Traferri, Romina Del Prete y como mi hijo, que hizo la música. Sin ellos esto no hubiese sido posible, y también sin el equipo del Borges, todo el equipo de montaje, en la curaduría, técnicos, sonido, video, todos los que trabajaron conmigo. Formamos un gran equipo.

-¿Qué falta por alcanzar en la vida de una artista tan prolífica como Renata Schussheim?

-Con respecto a lo que me falta, uno siempre va buscando cosas, es bueno tener un estímulo y sentir todavía que uno necesita hacer y decir, como digo yo “siempre tener una zanahoria con un palito delante de la nariz” como para estimularse, para seguir creando y seguir viviendo.