Efectivos del Escuadrón 9 “Oberá”, 11 “San Ignacio”, de la Unidad de Reunión de Información “Misiones” y de la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales “Misiones”, luego de llevar a cabo tareas investigativas (análisis telefónicos, actividades de campo y entrecruzamiento de información), lograron obtener datos sobre una banda delictiva con raíces familiares.

Ayer, los gendarmes se encontraban realizando controles sobre la Ruta Provincial N° 7, a la altura del Paraje Cuña Pirú (localidad de Aristóbulo del Valle), cuando interceptaron un vehículo marca Honda con dos ocupantes (uno de ellos sería el líder de la organización) a fin de realizar la inspección correspondiente.

Con la intervención de la Fiscalía Federal de Oberá y frente de testigos, personal de la Fuerza efectuó el registro del rodado donde se encontraba oculto un estuche que contenía una balanza digital junto con 18 envoltorios con una sustancia pulverulenta de color blanco. Además, se constató la presencia de la misma sustancia en la billetera de uno de los ocupantes junto con 35.300 pesos argentinos.

Integrantes de Criminalística y Estudios Forenses de la Unidad realizaron la prueba de campo, arrojando resultado positivo para clorhidrato de cocaína, con un peso total de 14,7 gramos. Ambos ocupantes del vehículo, de nacionalidad argentina, fueron detenidos.

Asimismo, por disposición del Juzgado Federal de Oberá, se llevaron a cabo cuatro allanamientos en inmuebles ubicados en las localidades de Jardín América y General Urquiza.

Allí, los funcionarios detuvieron a un ciudadano de nacionalidad paraguaya, y decomisaron 26 kilos 158 gramos de “cannabis sativa” distribuidos en tres bultos; un automóvil, una motocicleta, un rifle calibre 22, una computadora, dos notebooks, siete teléfonos celulares, 650.000 pesos argentinos y documentación de interés para la causa.

Personal de la Fuerza llevó a cabo las pesquisas por el transcurso de dos años y ya se le secuestró a la organización criminal aproximadamente 30.000 kilos de estupefacientes.