Presidencia de la Nación

Preparándonos en lo nuestro

Si bien las acciones que realiza el Ejército son innumerables, la razón de ser de esta institución es el empleo de sus organizaciones terrestres y aéreas en forma disuasiva o efectiva contra amenazas estatales militares externas.


En cumplimiento de esta misión, el Ejército tiene como responsabilidad permanente alistar, adiestrar y sostener los medios puestos a su disposición a fin de garantizar su eficacia de empleo. Esto significa que, en tiempos de paz, quienes integran el Ejército Argentino se adiestran de manera constante para la ejecución de operaciones militares.

Este adiestramiento constituye la actividad más importante en la Fuerza, ya que le permite estar en capacidad de cumplir con las diferentes tareas que la Defensa Nacional imponga. Durante la instrucción, los miembros de la organización adquieren conocimientos, habilidades y destrezas esenciales para la profesión militar. Tales competencias, junto con un riguroso entrenamiento físico, favorecen la adaptación a los escenarios más cambiantes y el desarrollo de nuevas aptitudes.

Es por esto que el adiestramiento demanda constancia y la máxima dedicación, tanto en tiempo como en recursos, por parte de la Fuerza. Las tropas reciben instrucción y realizan entrenamientos de combate llevando a cabo ejercicios con el mayor realismo posible, alternando actividades en el gabinete y en el terreno, y capitalizando los últimos avances en materia de simulación y tecnología.

El principal valor de estas actividades de permanente adiestramiento es que posibilitan lograr la aptitud para el combate, y hacen del Ejército una Fuerza cuyos integrantes están específicamente preparados y profesionalmente formados para actuar en defensa de la Patria.

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