Un equipo de trabajadores del Parque Nacional Lanín especializado en tareas de montaña, efectivos del Ejército Argentino y andinistas de la Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM) fueron trasladados en helicóptero para instalar estacas reflectivas que indican la senda habilitada para el último tramo del ascenso al volcán Lanín.

El área protegida rehabilitó desde el pasado jueves el ascenso de particulares sin la asistencia de los guías de montaña a la cumbre del volcán, destacando que, por las altas temperaturas y la disminución de la cantidad de nieve, el macizo presenta riesgos altos como los recurrentes desprendimientos de rocas en la ruta normal de la Cara Norte.

Por esta razón, se recomienda mantener el ascenso por la ruta habilitada y ahora señalizada antes de las 10 de la mañana, minimizando de este modo los riesgos asociados a la montaña. Además, es conveniente iniciar el último tramo de ascenso de noche, ya que el suelo presenta mejores condiciones para el tránsito.

La nueva señalización especial, implementada en el sector comprendido entre los 2.800 metros y la cumbre, se desarrolló en base a las reuniones de trabajo de la Mesa Interinstitucional de la Comisión Asesora de Seguridad para las Actividades de Montaña del Volcán Lanín. De esta manera, la mesa de gestión en la que participan el Parque Nacional Lanín, la AAGM, el Club Andino y la Cámara de Comercio de Junín consensuó la colocación de las estacas como estrategia para levantar la restricción vigente hasta el momento.

La suspensión temporaria de los ascensos al volcán había sido determinada a principios del mes de marzo a raíz de un grave accidente sufrido por un grupo de montañistas en el último tramo del ascenso por utilizar una ruta no habilitada. "Con la reactivación de la Mesa habrá evaluaciones periódicas sobre las condiciones en las que está el volcán Lanín y, en función de estos informes, vamos a fijar los parámetros de seguridad ", señaló Mario Tome, coordinador de Conservación y Uso Público del Parque Nacional.

En lo que va de la temporada ya se registraron una veintena de incidentes con distinto nivel de gravedad, en un contexto climático con menos lluvias y nevadas que genera mayor aridez en el suelo de la pendiente y una gran cantidad de piedras sueltas.