Los dragones vuelven a rugir
Luego de dos años de arduos trabajos se realizó la evaluación y entrega de la segunda serie de Vehículos de Combate de Artillería (VCA) 155 mm Palmaria recuperados en la localidad de Sarmiento, provincia de Chubut.
Este trabajo se realizó en conjunto con personal del Batallón de Arsenales 602, del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas y de la Empresa ST Group, quienes completaron la revisión y reparación del circuito electro–hidráulico, el reemplazo de componentes del sistema de control funcional y la reparación del motor auxiliar.
La evaluación comenzó con la realización de una serie de pruebas y ensayos en el Batallón de Arsenales 602, para verificar el adecuado funcionamiento de la torre según lo establecido en el manual del fabricante y de los dispositivos instalados por el contratista.
El equipo de evaluación estuvo conformado por personal de la Dirección de Arsenales, oficiales y suboficiales de Artillería, que actuaron como asesores operativos y personal del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas, quienes se acercaron hasta el Grupo de Artillería Blindado 9 donde se evaluaron y habilitaron las tripulaciones y comprobaron el correcto funcionamiento de las piezas en manos de sus usuarios.
Las pruebas de tiro se ejecutaron con cada pieza, efectuando disparos controlados con radar de medición de velocidad inicial y cámara de alta velocidad, a distancias superiores a los 7.000 metros, con ángulo de tiro normal y gran ángulo, verificándose valores y dispersión acordes a lo establecido en las tablas de tiro.
Finalmente, y en el marco de los ejercicios finales de la IXna Brigada Mecanizada, la batería de tiro A del Grupo de Artillería Blindado 9, hizo rugir nuevamente a los Palmaria en la Patagonia, luego de lo cual el personal del departamento técnico de la Dirección de Arsenales inspeccionó el estado de los tubos.
El proyecto VCA 155 Palmaria
El Vehículo de Combate de Artillería 155 mm Palmaria nació como parte de la familia Tanque Argentino Mediano (TAM) en la década del 1980, utiliza el chasis del proyecto, con algunas modificaciones, al que se le montó un cañón Palmaria de la italiana Oto Melara.
En 2014, la Dirección de Arsenales, el Batallón de Arsenales 602 y la Empresa ST Automatismo Industrial emprendieron un proceso de análisis de factibilidad para la recuperación de las capacidades de la torre.
Para ello, entre los meses de junio y setiembre, la Dirección de Arsenales asignó un vehículo como prototipo, el cual fue intervenido por la empresa ST Automatismo Industrial mediante la reparación del sistema electro–hidráulico de control y funcionamiento de la torre.
Los trabajos comprendieron el reemplazo de componentes electrónicos del sistema de control por centrales lógicas programables, la revisión y reparación del circuito hidráulico y del motor auxiliar, el agregado de pantallas táctiles –en redundancia con los dispositivos originales– para el jefe de pieza y el apuntador y se programaron otras funcionalidades que proporcionan información y alarmas sobre el estado y funcionamiento tanto del vehículo como del arma.
Cumplido el plazo de la contratación, se constituyó una comisión especial de pruebas y ensayos, liderada por la Dirección General de Investigación y Desarrollo e integrada con personal del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa, asesores operativos y servicio de pieza del Grupo de Artillería Blindado 11.
La evaluación inicial se realizó entre octubre y diciembre de 2014, con diferentes pruebas y ensayos en el Batallón de Arsenales 602 y sendas comprobaciones de tiro con exigencias progresivas en las Guarniciones Militares de Azul y Comandante Luis Piedrabuena.
En 2015, se ejecutaron pruebas adicionales y una comprobación de tiro en la Guarnición Militar San Luis, alcanzando cadencias sostenidas de cuatro disparos por minuto, que validaron la aprobación para su producción en serie y sentaron las bases para el inicio de un proyecto de modernización a cargo de la Dirección General de Investigación y Desarrollo.
Durante el año 2016, se repararon y evaluaron cuatro VCA, aplicando un procedimiento similar al vehículo prototipo: pruebas y ensayos en el Batallón de Arsenales 602, evaluación y habilitación de los binomios pieza–tripulación, comprobación de tiro con cada uno y la evaluación técnica operacional de la sección piezas y batería de tiro blindada.
Luego de superar las exigencias de esta evaluación, consistente en sucesivas marchas, ocupación de posiciones y tiro, con una duración de cuatro horas, los cañones quedaron provistos al Grupo de Artillería Blindado 11.
La segunda serie de recuperación se dio entre 2017 y 2018, en la que fueron evaluados y comprobados los pertenecientes al Grupo de Artillería Blindado 9.
Es de destacar que este proceso de recuperación de las torres fue complementado con la capacitación tanto de artilleros como de mecánicos y contempla la recomposición del circuito logístico de repuestos y accesorios para mantenimiento programado.
Simultáneamente, el proceso de modernización iniciado en 2016, se ha completado sobre el VCA prototipo la tercera etapa, en la cual se automatizó el fijador de marcha, se incorporaron nuevos sensores que proporcionan información adicional sobre el estado del vehículo y otorgan mayor precisión a los movimientos del arma y se reconfiguró el programa de control, que posibilita la integración de una unidad inercial para la puntería autónoma de la pieza y del Sistema Automatizado de Tiro (SATAC).
Este trabajo ha permitido recuperar capacidades que se consideraban perdidas, alcanzando inmediatos resultados favorables y generando gran motivación en las unidades usuarias. Su principal fortaleza radica en el bajo costo en relación a ofertas internacionales y un desarrollo nacional y compartido civil – militar.
Es así que, reconociendo el potencial del arma, el VCA 155 mm Palmaria tiene un presente que justifica el esfuerzo que realiza la Fuerza para recuperar sus capacidades.