Lino Palacio, creador de personajes
La Secretaría de Cultura recuerda al reconocido caricaturista a 122 años de su nacimiento.
Lino Palacio Calandrelli nació el 5 de noviembre de 1903 en el barrio porteño de San Telmo. En 1912, a los nueve años, publicó su primera caricatura en el suplemento infantil de la revista Caras y Caretas. Su padre era amigo del director del periódico La Razón y fue allí, en 1920, donde dio a conocer su primer trabajo a nivel profesional. Cursó el profesorado de Dibujo en la Academia Nacional de Bellas Artes mientras trabajaba ilustrando publicidad. Ejerció como docente durante un breve periodo de tiempo.
“Alimentaron mi gusto por el dibujo no poniéndome límites; las paredes de mi casa recibían esas ganas y mi padre se cuidaba de borrar esos dibujos. Siempre que pintaba la casa lo hacía hasta la altura que yo llegaba; de allí para abajo era mi terreno”. Leído por Oscar Vázquez Lucio, "Siulnas", en la sesión plenaria del sábado 5 de septiembre de 2009 en la Academia Porteña del Lunfardo.

Tras un viaje a París decidió fundar la revista El Cuco junto a un grupo de amigos, mientras estudiaba por mandato familiar en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y realizaba colaboraciones en las revistas Atlántida y Don Goyo.
En los años '30 nació su primer personaje, Ramona, para el diario La Opinión. En 1931 se convirtió en director artístico del suplemento infantil del diario La Prensa, en el cual creó Ocurrencias de Pimpollo y La Barra de Bolita. Años después llegaría su personaje más famoso, Don Fulgencio. Palacio publicó durante más de treinta años en La Opinión, La Prensa, El Diario y en las revistas El Hogar, Mundo Argentino y Billiken, donde realizaba semanalmente las tapas. En 1938 realizó un mural para el hall central de la Exposición Mundial de Nueva York. En 1939 coescribió el guión de la película No te metás, Joaquín, dirigida por Jacobo Muchnick.
Publicidad y sátira política
En paralelo, Lino Palacio trabajaba en agencias como Aymará para la cual desarrollaba afiches para campañas que obtuvieron grandes premios y reconocimientos. Trabajó también en la agencia Walter Thompson, que años más tarde lo convertiría en propietario de una de las empresas más destacadas del rubro.
En 1941 realizó, para la revista Cascabel, sátiras políticas, algunas publicadas en La Ametralladora, una publicación española propagandística. En la década del '50 se dedicó de lleno a la caricatura política publicando en los semanarios Panorama, Mercado, Azul y Blanco y La nueva República. En esta nueva etapa desarrolló uno de sus trabajos más reconocidos, Historia de la Guerra, una crónica en caricaturas sobre la Segunda Guerra Mundial presentada semanalmente bajo el seudónimo de Flax, donde aparecían líderes políticos como Churchill, Hitler, Stalin, Mussolini, De Gaulle y Franco, entre otros. De 1955 a 1970 se dedicó a la publicación de caricatura política.

Su legado
En 1965, Palacio decide regalar sus derechos de Ramona y Cicuta a sus hijos Cecilia y Jorge, para que continuaran dibujando y publicando. Ambos se dedicaron al oficio: Jorge, conocido con el seudónimo de Faruk, desarrolló los personajes de Cicuta, Amadeo Curdeli, Don Chanta, Don Marcos, Ojo de águila o Chicato, Fueguino, Juancito Tapiales, Julepino, Naufrasio y Rumorino.
Cecilia, por su parte, comenzó pasando a tinta algunas tiras, entre ellas Don Fulgencio y Avivato mientras estudiaba Bellas Artes. Años más tarde, continuó dibujando Ramona, Tarrino y Doña Tremebunda. Donó gran parte del material al Archivo de Historieta de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Algunos de sus personajes más famosos fueron adaptados al cine por el director Enrique Cahen Salaberry: Avivato, en 1949, y Don Fulgencio, en 1950.
En 1982, Lino Palacio recibió un Premio Konex - Diploma al Mérito como uno de los cinco humoristas gráficos más importantes de la década.
Un trágico final
Lino Palacio y su esposa fallecieron en Buenos Aires el 14 de septiembre de 1984 tras ser asaltados en su departamento. Al cumplirse 25 años de su trágica desaparición, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le realizó un homenaje con una pequeña muestra de sus obras con la participación del Museo del Dibujo y la Ilustración. Contó con la presencia de destacados colegas, como Miguel Felipe Dobal y Miguel Rep, su hija Cecilia Palacio y numerosos familiares y amigos.
En 2013 se emplazó una reproducción de Don Fulgencio entre las calles Balcarce y Venezuela, en el Paseo de la Historieta, a modo de homenaje.