La pesquisa se inició cuando un coleccionista de numismática adquirió un lote de monedas greco-romanas que fueron sometidas a un análisis que determinó que podrían tratarse de piezas catalogadas en el Museo antes citado. Ante esta situación, el coleccionista realizó la correspondiente denuncia.

Ante esa situación, los miembros del Departamento Protección del Patrimonio Cultural de la PFA comenzaron con la tarea de investigación y lograron determinar que los implicados en la maniobra delictiva podían ser empleados del Museo. Éstos, junto con otros cómplices, reducían las monedas robadas en comercios de antigüedades.

Finalmente, la Fiscalía incorporó el pedido de Secuestro en las bases de Interpol de 948 monedas greco-romanas: se trata de la mayor colección existente en la región y poseen un valor incalculable. Asimismo, la autoridad judicial ordenó cuatro allanamientos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires. Cabe resaltar que la PFA ya ha logrado recuperar 280 monedas y otras 152 fueron devueltas por otro comprador que desconocía el origen ilegal de las piezas.

Interviene en los hechos el Juzgado Federal N° 12.