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Homenaje a Ricardo Vilca en el Centro Cultural Kirchner

La obra del compositor, músico y maestro rural jujeño será recordada en un concierto gratuito a cargo del cantante y bandoneonista Tomi Lebrero el sábado 1 de abril a las 20 h.


Ricardo Vilca nació en Humahuaca, Jujuy, en 1953 y falleció, en su provincia natal, el 19 de junio de 2007. Este sábado 1 de abril a las 20 h en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151,ciudad de Buenos Aires) se rendirá homenaje a esta figura clave de la música del noroeste de nuestro país.

Con una habilidad para la guitarra eléctrica ya manifestada en la adolescencia, Ricardo Vilca se dedicó a la música para expandir el sonido del folclore hacia otros ritmos, como la cumbia y el rock. Según sus propias palabras, obtuvo la materia prima, que inspiró su obra musical, con su labor de docente en escuelas rurales. La popularidad de Vilca se extendió al resto del país a partir de la grabación de su tema Guanuqueando, junto con el grupo Divididos, en vivo en el Pucará de Tilcara. Se destacó como compositor de música para películas, entre las que se cuentan Una estrella y dos cafés, de Alberto Lecchi, Río arriba, de Ulises de la Orden y El destino, de Miguel Pereyra.

El concierto estará a cargo del compositor, bandoneonista y cantante Tomi Lebrero, perteneciente a una generación de músicos vinculados a la canción popular desde la estética acústica. Estará acompañado por Alex Musatov (violín), Lucila Pivetta (bajo), Santi Grandone (piano y teclados), Dizzy Espeche (guitarra eléctrica), Tomás Mutio (guitarra criolla) y Nicolás Echeverría (batería), con la participación de Nadia Larcher en voz y Miguel Vilca en charango. Será transmitido en vivo a través de radio Sonido Cultura.

Tomi Lebrero - Imagen Centro Cultural Kirchner

En diciembre de 2001, un joven Tomi Lebrero llegaba, por primera vez, a la Quebrada de Humahuaca. El enamoramiento con el lugar fue instantáneo y, sin dudas, una de las razones fueron la gravitación y la fuerza que tanto la música como Ricardo Vilca tuvieron sobre él. Lebrero se estableció, por algunas temporadas, en ese lugar del país, generando un contacto fluido con quien eligiera como maestro. Por sus personalidades, ese vínculo rápidamente tornó en amistad. Para ese joven Lebrero, Vilca representaba mucho de sus propios anhelos: el eclecticismo desprejuiciado, el amor por lo telúrico y el gusto por lo melódico. Esa y otras características eran faroles que se prendían en su corazón de discípulo, faroles que en las lloviznas de diciembre a marzo alumbraban sus caminatas nocturnas por las calles de Humahuaca luego de algún ensayo en la casa de Ricardo.

Tomi Lebrero nos cuenta acerca de su relación con Ricardo Vilca, el origen de este homenaje y las particularidades del concierto.

-¿Qué representa Ricardo Vilca para vos?

-Para los que resonamos con él, Ricardo representa un músico alternativo y cercano al rock, de alguna manera. Eso me llamó mucho la atención, cuando conocí su música, teniendo 20 años y viajando por Tilcara. Creo que para los que gustamos de la música de Ricardo lo que más apreciamos es esa verdad melódica que contiene su música, en canciones, aparentemente sencillas, él puede expresar una verdad melódica casi como un haiku japonés. Incluso, a veces, títulos como El canto al tero tero o El último tren permiten generar imágenes visuales muy potentes a través, nada más, que de una melodía. Ricardo es un músico muy especial. Como dice el dicho: “el espíritu sopla donde quiere”, y yo creo que en Ricardo sopló en ese niño de Humahuaca que, con muy pocos recursos musicales, se valió de cierto internacionalismo que tiene la ciudad y de visitantes y eso lo acercó a un mundo más urbano. El pudo hacer encontrar su idiosincrasia humahuaqueña con ese mundo un poco más ecléctico, porque él era un ecléctico natural. Entonces surgió lo que es la música del universo Vilca, que en esa pequeñez y en esa artesanía casi de haiku, es increíble.

Imagen gentileza Tomi Lebrero

-¿Cómo surge la idea de rendirle este homenaje?

-Yo tuve la suerte de conocerlo a Ricardo, por varios años, en sus últimos siete años de vida. Me deslumbró tanto su presencia que yo viajaba mucho, vivía por temporadas en Tilcara y Ricardo la visitaba frecuentemente y yo lo visitaba en Humahuaca. Toqué con él muchas veces, en recitales en vivo. Siento que el vínculo con Ricardo fue tan fuerte que el día que murió, estando yo en Buenos Aires, fui a tomarme el colectivo llorando y llegué para cuando lo estaban enterrando. En ese momento, sentí que le estaba diciendo adiós a un maestro que además había tenido la generosidad de abrirme su corazón para que seamos amigos. Por esa razón, pero por sobre todo, por su música que con cierta “simpleza” encierra una suerte de verdad irrevocable, es que me decidí a encarar este homenaje. Del disco que hicimos surgió la idea. Hay tres composiciones que yo grabé con Ricardo y, con mi grupo, decidimos preparar el resto de las canciones. Ahí surge la necesidad de rendirle tributo a ese maestro que, por la personalidad que tenía, devino amigo también y a ese universo melódico enorme que es Ricardo.

-¿Con qué se va a encontrar el público en este concierto?

-El público se va a encontrar con un grupo haciendo una música, si se quiere, folclórica de cámara, una combinación bastante especial, con unas melodías que conmueven por su sensibilidad, un universo sensible muy particular que es este de Vilca. Todo eso interpretado por un grupo de gente que, en su mayoría, somos de Buenos Aires, salvo Tomas Mutio que es de Corrientes, el charanguista Milca Vilca que viene de invitado, que es de Jujuy, y la cantante Nadia Larcher, también invitada, que es de Catamarca, los seis restantes somos de Buenos Aires. Decidimos también ponerle nuestro color a esa música folclórica camarística. Tiene mucho del universo rock y pienso que, con mucho respeto, a Ricardo le hubiese encantado ver este show porque era muy abierto, muy ecléctico y tenía sus raíces musicales, al igual que nosotros, tanto en Manal, Almendra como en Bach y Piazzolla.

La actividad es gratuita y no requiere reserva de entradas. La sala se abre al público una hora antes del inicio de la actividad y el ingreso es por orden de llegada hasta completar la capacidad del espacio.

Imagen de portada: Jujuy al día

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