Presidencia de la Nación

La Prevención como eje central en la Seguridad

GABRIEL MRAIDA – Director Nacional de Prevención del Delito y la Violencia


GABRIEL MRAIDA – Director Nacional de Prevención del Delito y la Violencia

La seguridad implica una presencia estatal eficiente y oportuna y una perspectiva sistémica del fenómeno. Uno de los pilares de una política de seguridad integral es la prevención del delito y la violencia. Desde el  Ministerio de Seguridad de la Nación no sólo se impulsa un abordaje sistémico que contempla la centralidad de la labor preventiva sino que se lo enmarca en una decisión prioritariamente federal.  Por ello, el objetivo central de la Dirección Nacional de Prevención del Delito y la Violencia es desarrollar e implementar políticas públicas de prevención, pero a su vez comprender que la tarea debe incluir todo el territorio nacional con sus diversas características y necesidades.

El delito y la violencia son fenómenos multicausales y se retroalimentan a partir de dinámicas sociales, ambientales y culturales. Es por eso que desde la Subsecretaría de Participación Ciudadana impulsamos un Plan Nacional de Prevención del Delito y la Violencia compuesto por programas, jornadas y talleres que apuntan a promover la terminalidad educativa, generar oportunidades de inserción laboral, desarrollar distintas expresiones culturales, incentivar la práctica deportiva, mejorar los espacios públicos y comunitarios, etc.

Comprendiendo las diferentes instancias y niveles de la prevención del delito esta política se fundamenta en el trabajo conjunto con gobiernos provinciales y locales, como así también con organizaciones de la sociedad civil abocadas a esta tarea. El curso de tapicería en el Barrio 31 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las charlas de concientización de las violencias en la ciudad de Salta, el taller de arte urbano en Villa Caraza en la Provincia de Buenos Aires y la kermesse y juego-teca  en Alto Verde en la Provincia de Santa Fe son algunos de los ejemplos que ilustran el sentido de esta política pública. 

La prevención también se logra fortaleciendo la presencia del Estado en los puntos del país donde el alcance todavía es limitado. La ausencia del Estado redunda en contextos de vulnerabilidad social y a su vez libera espacios que son ocupados por organizaciones que actúan fuera de la legalidad. Es por eso que gran parte de nuestro trabajo se lleva a cabo en los barrios más complejos de la Argentina. Un aspecto central de nuestra labor se basa en articular con otras áreas gubernamentales, compartiendo tareas y colaborando para robustecer la presencia estatal en los distintos puntos del país. Además, la Subsecretaría de Participación Ciudadana es depositaria judicial de distintos establecimientos recuperados del narcotráfico donde se llevan a cabo programas y actividades de prevención e integración comunitaria. A partir del trabajo conjunto y multiagencial puntos emblemáticos de venta de droga han sido reconfigurados en establecimientos deportivos, espacios comunitarios, centros de empleabilidad, bibliotecas, etc.

Otro de los factores centrales que hacen a la seguridad es la cercanía de las fuerzas policiales a la comunidad.  Además de su rol disuasivo y coercitivo, la policía es muchas veces la figura estatal más cercana que tienen muchos de los ciudadanos. Generar mecanismos de relacionamiento y canales de diálogo e intercambio favorece el acercamiento a la comunidad, desarma prejuicios y genera una dinámica de mayor integración y seguridad. La legitimidad de las fuerzas de seguridad también se forja en su labor comunitaria y éste es un aspecto central de un abordaje preventivo. Por ello, desde esta dirección nacional se promueven actividades en las que los miembros de las fuerzas federales sirven a la comunidad oficiando de músicos, cocineros, árbitros de fútbol, instructores, etc. Por otra parte, se llevan a cabo regularmente cursos de policía de aproximación para proveer de recursos y herramientas prácticas que favorezcan el vínculo entre el efectivo policial y el ciudadano. 

Generar entornos seguros requiere de decisión, pero además esta decisión debe estar acompañada de una perspectiva integral y federal. Con un énfasis permanente en la participación ciudadana es que todos los días trabajamos en equipo por un país más seguro, más justo e integrado; comprendiendo las necesidades del día a día pero también desarrollando una mirada preventiva que promueva un mayor bienestar futuro. 

 

 

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