En un control vehicular, personal de Gendarmería Nacional detuvo la marcha de un transporte público de pasajeros, procedente de Clorinda con destino a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Al inspeccionar el sector de la bodega, los uniformados constataron que dos televisores tenían un peso excesivo, y los alertó sobre un posible ilícito.

Ante esta situación, en presencia de testigos, y una vez identificado el propietario, los gendarmes efectuaron la apertura de los televisores, que habían sido rudimentariamente ensamblados, y así detectaron  200 frascos de ketamina acondicionados en los tubos de las pantallas.

La ketamina es utilizada en la medicina y la veterinaria por sus propiedades sedantes, analgésicas y anestésicas, pero puede producir daños en el sistema nervioso. Los traficantes intentan insertarla en el mercado ilegal de drogas para transformarla en polvo, que luego de ser aspirado, crea un grado permanente de alucinaciones.