Gabriela Borrelli: “Frente al caos, lo único posible es la poesía”
Del 3 al 12 de febrero se realizará el Festival Internacional Poesía Ya! Esta edición tendrá sus propuestas y actividades de manera articulada en cuatro sedes: Centro Cultural Kirchner, Centro Cultural Borges, Casa Patria Grande y el Museo Nacional del Cabildo. En esta nota, conversamos con Gabriela Borrelli, escritora y directora de la 3.ª edición del Festival, quien nos cuenta más sobre esta nueva apuesta del gran encuentro poético.
Con la idea de construir espacios que estimulen la lectura y la escritura poéticas donde, además, no solo se visibilicen voces consagradas y reconocidas, sino también emergentes, el Festival Poesía Ya! tendrá su edición 2023 entre el 3 y el 12 de febrero. Esta vez, las actividades se presentarán en cuatro sedes a la vez: Centro Cultural Kirchner, Centro Cultural Borges, Casa Patria Grande y el Museo Nacional del Cabildo.
A partir de la convocatoria que se realizó el año pasado para esta edición –en la cual se establecieron cinco categorías de participación: "Poesía en voz alta"; "Novísimes"; "Videopoemas"; "Ritmo y poesía", y "Proyecto para el desarrollo de talleres de lectura y/o escritura"–, se eligió un total de 66 artistas. Esta selección estuvo centrada en distintas voces que representen, sobre todo, la notable diversidad cultural, lingüística y estilística de la Argentina, con una fuerte perspectiva federal.
Todas las propuestas que presenta el Festival son libres y gratuitas. Entre estas actividades, estarán presentes autores nacionales e internacionales; entre ellos, Anne Boyer, Ellen Bass, Leo Masliah, Humberto Tortonese, Beatriz Vignoli, Teuco Castilla, María Teresa Andruetto, Alicia Genovese, Osvaldo Bossi, Ivonne Bordelois, Jorge Boccanera, Naty Menstrual y más. También se realizarán homenajes, celebraciones por efemérides –como los cien años de la publicación del primer poemario de Jorge Luis Borges, Fervor de Buenos Aires– y tantas otras propuestas destinadas a lectores y lectoras de todas las generaciones.
Al respecto conversamos con Gabriela Borrelli, escritora, locutora, tallerista y directora de la 3.ª edición del Festival Poesía Ya! –autora de títulos como Océano (2015); Lecturas feministas (2018); Hamaca paraguaya (2019); Vidrio (2020)–, quien nos cuenta más sobre este gran evento poético que ya tiene sello propio.
-En esta nueva edición, ¿qué tipo de actividades y participaciones tendrá el Festival Poesía Ya!?
-Con impronta federal, confluirán nuevas voces con otras de amplia trayectoria; obras audiovisuales y performáticas exhibirán sus diversos recursos; talleres de lectura y escritura se ofrecerán en formato presencial; habrá clases magistrales, lecturas, homenajes, un premio de poesía y cruces con otras disciplinas. Es una programación activa y diversa que este año gana tres sedes que se suman al Festival: Centro Cultural Borges, Casa Patria Grande Néstor Carlos Kirchner, y el Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires. Participarán Anne Boyer y Ellen Bass de Estados Unidos, Jorge Boccanera, María Teresa Andruetto, Alicia Genovese, Leo Masliah y Humberto Tortonese.
-¿Qué destacarías de la convocatoria para participar del Festival, en relación con su perspectiva federal?
-Lo principal de la convocatoria (66 poetas en total que leen sus textos, presentan sus talleres y videopoemas) es la amplitud de estéticas y voces poéticas. Las lenguas que traen de sus territorios, la manera de entender lo poético y el encuentro con otres es lo más hermoso. Creo que las convocatorias nos permiten armar un mapa más amplio de la poesía argentina y encontrarnos con voces nuevas a la vez que reconocer las consagradas.
-El Festival Poesía Ya! excede lo puramente literario, es decir, hay actividades en las que intervienen otras artes. ¿Lo poético va siempre más allá de la poesía?
-Por supuesto. El poema es un artefacto, pero la poesía o lo poético radica en diferentes lenguajes. Esa es una idea de Octavio Paz que luego otros retomaron. Como dice Diana Bellessi, la poesía es la pequeña voz del mundo que puede habitar en diferentes lenguajes: el visual, el corporal. Siempre lo poético actúa como traducción o inmersión en territorio ajeno: donde no se puede entrar, ahí entra la poesía. El Festival dará cuenta de esas intromisiones, cruces, traiciones, enamoramientos o tensiones.
-¿Cómo ves el panorama actual de la poesía? ¿Existe cierta tendencia hacia algún tipo de representación literaria en particular o más bien se visibiliza la multiplicidad de voces y estéticas?
-Lo primero que nos propusimos desde el festival y el Premio Storni es tener diferentes miradas sobre lo poético y ¿por qué? Esta intención de organizar las cosas así responde a que considero que el panorama de la poesía actual es una atomización de estéticas fusionadas, y paradójicamente aunque estamos en la era de las comunicaciones, no leemos todo lo que pasa, a veces ni nos enteramos, entonces el desafío es conocer. Es muy loco, pero siento que sucede eso: el desafío es salir del círculo virtual de poesía que nos circunda para poder conocer otros territorios estéticos. Y también insisto: hay una fusión de estéticas que tampoco permite agrupar nombres o armar series. Creo que la impronta de lo que un lugar de la crítica en este último tiempo llamó el giro afectivo reorganizó, de alguna manera, el panorama, ya que las últimas editoriales de poesía que aparecieron en el circuito priorizaron ese giro afectivo. Se preguntarán qué es el “giro afectivo”; bueno, entiéndase (o al menos lo entiendo yo) el giro afectivo no sólo una red de afectos que une autores y editores, sino una relación de afectación especial con lo se escribe. Creo que en ese giro, que últimamente domina parte de la literatura, entra una fusión de estéticas. Hay de todo: rima, verso libre, rap, freestyle.
-En ese sentido, ¿dónde encontrás personalmente lo poético? ¿En lo emocional, en la protesta, en la crítica, en la forma, etc.?
-Sí, lo encuentro en eso y en un montón de cosas más. Lo encuentro en la lectura y en la escritura, en una forma de leer el mundo y a las personas. La literatura a veces trae emoción, y a veces furia, a veces cambia una vida y en otras ocasiones no hace más que estar, que ser. No toda escritura tiene un objetivo, ni un objeto, en cambio toda lectura es una aventura, y una acción concreta sobre el mundo.
-Actualmente, ¿te parece que la poesía conserva su potencia como herramienta de transformación social? ¿El mundo de hoy necesita más poesía que nunca?
-La poesía salva al mundo. Primero lo salva del realismo al que nos condena el consumismo extremo. Un autor que me gusta mucho, Bifo Berardi, entiende la sociedad y el universo como un cuerpo, y nuestro propio cuerpo como una vibración que debería entrar en armonía con todo lo demás. Describe también de qué manera la aceleración informática está provocando una mutación en la sensibilidad humana que reduce drásticamente nuestra capacidad afectiva y de deliberación. En su libro Respirare, asegura que el único camino para encontrar otro ritmo que rompa con el actual es la poesía. Coincido con él. Frente al caos, lo único posible es la poesía, porque es el acto poético el único posible de quebrar el ritmo impuesto de la lengua del dominio, son los intersticios de la poesía, su ritmo internalizado, la primera posibilidad de que el mundo sea otro.
-Para quienes quieren comenzar a leer/escribir poesía, ¿qué recomendarías?
-Que lo hagan, que hay algo hermoso en el acto de leer y escribir, algo intraducible. Y que se unan a otros con las mismas inquietudes. Las amistades nacidas en la poesía son las más hermosas.
-Y para quienes todavía no participaron de las ediciones de Poesía Ya!, ¿qué tener en cuenta para disfrutar más de las actividades?
-Hay muchas actividades: vengan sin prejuicios, a descubrir qué es la poesía si nunca tuviste contacto con ella, y si sos lector de poesía a descubrir nuevas voces. Hay libros, fiesta y lecturas. Hay que tener ganas sobre todo de escuchar. Y leer.
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