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Fotos inéditas de Rogelio Yrurtia conforman “El espesor de la imagen”

Un autocromo inédito de los Lumiere, una intrigante foto usada como señalador y un retrato que “respira” del escultor argentino son tres de los hallazgos e intervenciones que el artista Pablo Ziccarello hizo sobre la colección fotográfica del Museo Casa de Yrurtia. La investigación, financiada por el programa Activar Patrimonio, fue presentada en la víspera del aniversario de su nacimiento.


Rogelio Yrurtia es tal vez el escultor argentino más importante del siglo XX. Sus monumentos, con un estilo clásico y romántico, se pueden ver en varios puntos de la ciudad de Buenos Aires. Entre ellos, el espectacular Canto al trabajo, en la avenida Paseo Colón, con 14 figuras humanas de bronce que representan el esfuerzo humano.

Contemporáneo del francés Auguste Rodin, nació el 6 de diciembre de 1879 en Buenos Aires, estudió en Paris, y se enroló en los “primeros modernos”, una corriente de artistas que renovó el arte a principios del siglo XX asumiéndolo como una profesión de dedicación exclusiva.

En 1942, como corolario de una gran trayectoria artística, Yrurtia donó con su esposa, la también artista y pintora Lía Correa Morales, su casa del barrio de Belgrano al Estado Nacional. El impresionante regalo incluía todo el mobiliario, una colección de arte, de esculturas y de bocetos, y también, un fondo documental con textos y fotografías de la primera parte del siglo XX que ilustran el desarrollo tecnológico del medio.

La fotografía fue una herramienta más en la labor artística del escultor. "Por medio del registro fotográfico, documentó los distintos pasos de la realización de su obra en el extranjero. En el archivo, se conservan distintas tomas del modelado en arcilla, sus trabajos en yeso en los talleres, de la talla en piedra en canteras y del ensamblado de los monumentos", explica Constanza Varela, responsable de Gestión de Colecciones del Museo Casa y coordinadora de las áreas técnicas.

Al trabajar en París gran parte de su obra, la fotografía le permitió mostrar en la Argentina los avances de los encargos y a su vez difundir su trabajo. "Recurrió a la imagen en positivo, como modelo para el proceso creativo en las instancias en las que no recurría al modelo vivo".

Entre las piezas de ese material fotográfico aún no digitalizadas, el artista visual Pablo Ziccarello encontró tres placas de vidrio casi idénticas. Una de ellas parecía un descarte producto de un accidente químico, o bien un experimento fotográfico. Al final de la investigación, financiada con la beca Activar Patrimonio, Ziccarello entendió que esa placa era un “autocromo”, un proceso fotográfico realizado por Louis y Auguste Lumiere hace más de 100 años.

En el autocromo se puede ver el perfil de un joven Rogelio junto a una de sus esculturas realizadas en París. ¿Yrurtia conoció entonces a alguno de los hermanos Lumiere?


Versión positivada digital del autocromo, donde se puede ver un joven Yrurtia.

Con ese puntapié, Ziccarello encaró El espesor de la imagen, un proyecto artístico que bucea en la materialidad del archivo fotográfico del Museo Casa de Yrurtia para explorar la vida y obra del escultor y, en el camino, la historia de la fotografía.

Influenciado por Marcel Duchamp y Andrei Tarkovsky, Ziccarello es un referente en la escena artística contemporánea argentina. En sus series fotográficas prefiere trabajar con cámaras analógicas que le permiten acumular imágenes en un mismo negativo.

“No tenía conocimientos previos sobre el material que encontraría en el archivo fotográfico del Museo, pero algo imaginaba. La constante que me guió fue la curiosidad y un punto de vista de artista que preguntaba sobre cuál sería el punto de vista fotográfico de Yrurtia”, explica Ziccarello.


Pablo Ziccarello

— ¿Qué fue lo que te atrajo de la figura de Rogelio Yurtia?
— Me interesaba indagar en el archivo fotográfico de Rogelio Yrurtia y comprender la forma del archivo que lo contiene. Como resultado del material que encontré, decidí generar cierta visibilidad para que no queden solo residuos documentales de su época sino para activarle sentidos desde una relectura contemporánea de esos objetos fotográficos del siglo pasado.
Las intervenciones en la Casa se fueron planteando durante el desarrollo de la investigación y en diálogo con Andrea Elias, la directora del Museo. Las intervenciones no distorsionan ni intentan modificar el material encontrado, sino que remarcan su existencia.

— ¿Cómo descubriste las placas y el autocromo?
— Después de revisar todo el material digitalizado, en una de mis visitas al museo para revisar carpetas con los objetos fotográficos analógicos, le pregunte a Constanza Varela, responsable de Gestión de Colecciones del Museo, si habría algún material que no se haya digitalizado aún. Me mostró una sola caja. Al abrirla me encontré con varias placas de vidrio que documentan el periodo de Yrurtia cuando vivió en París, y una sola placa autocroma, que al principio me pareció un objeto muy extraño y que al reunir diversa información me permitió pensar que fue realizada por los hermanos Lumiere.


Autocromo original realizado por los hermanos Lumiere, que encontró Ziccarello en el acervo del Museo.

— ¿En qué consiste la intervención que hacés de las piezas de la colección?
— Por un lado en la sala del Museo donde se exhibe el mobiliario original de la casa se podrá acceder a una tablet con un retrato de Yrurtia ya mayor, utilizando diez copias fotográficas (múltiples) de un mismo negativo a los que les pasó el tiempo de manera distinta y que con una animación se le confiere cierta “respiración” a la imagen.

Además, una foto estará ubicada en la biblioteca personal de Yrurtia, donde fue hallada originalmente al momento de convertirse la Casa en un museo. Es un objeto olvidado por Yrurtia entre las páginas de un libro, pero no se registró qué libro era ni entre qué páginas estaba la foto. ¿Habrá sido usado como señalador?

Por último, en la pared exterior que divide la calle Blanco Encalada del Museo, donde se encuentra el archivo de foto, habrá una copia fotográfica papel, a escala 1/1, del autocromo con el retrato de un Yrurtia joven junto a una de sus esculturas en negativo y que hasta ahora nunca vio la luz. Es una imagen que fue descartada por más de 100 años.


Retrato utilizado por Ziccarello para animar una imagen de Yrurtia, con 10 fotos (múltiples) a partir de un mismo negativo.

— En una entrevista, decís que preferís las técnicas analógicas en la fotografía por motivos filosóficos. ¿Cúal es la relación que ves entre la materialidad de la foto y el universo?
— Supongo hacía referencia a mis propias preguntas de artista. Creo que tiene que ver con la relación de tiempos distintos y de contacto como huella, no como información.

Si la fotografía digital es inmediatez, me interesa la demora analógica, la contemplación de los procesos lentos para la construcción de imágenes. Si la fotografía digital es detalle extremo, a mí me interesa la aberración óptica, el experimento, el error químico.

La fotografía analógica es la reconfiguración de materiales del mundo como soporte de su huella, más allá de relatos y descripciones del instante en imágenes, comparte la tridimensionalidad de los objetos, que en muchos casos nos sobreviven.
Una fotografía es un vínculo real o virtual con el universo, y una fotografía analógica es un contacto huella de un momento o época del mundo.

— Yrurtia fue tal vez el más importante escultor de su tiempo, precisamente esculpiendo materialidad. ¿Encontrás alguna relación entre su trabajo y el tuyo?
— No, más bien una relación de extrañeza. Más que esculpir en la materialidad a mí me interesa esculpir en el tiempo. Desde mis estudios en la escuela de bellas artes, la escultura siempre me resultó complicada, mucho más la monumentalidad. Pero justamente ahí creo que también está el valor de la investigación: indagar la obra de un artista no desde la identificación necesariamente y que por medio de la fotografía como campo en común y trascendente se logre un acercamiento muy próximo a su obra.
Esto genera siempre preguntas interesantes y hallazgos inesperados. A mí me permitió pensar el archivo fotográfico del Museo compartiendo la monumentalidad de las esculturas de Yrurtia, además de abrir nuevas incógnitas e hipótesis para futuras investigaciones.


El sábado 4 Ziccarello, junto con Costanza Varela, brindaron un conversatorio sobre la investigación en el Museo.

¿Quién fue Rogelio Yrurtia?

Hijo de inmigrantes vascos dedicados al comercio, Yrurtia reveló desde muy temprano un interés particular por la pintura y la escultura.

En 1898, comenzó sus estudios en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, en el curso de Lucio Correa Morales, quien luego se convertiría en su suegro. En 1899, con 19 años, obtuvo una beca del Estado Nacional para estudiar en Francia, donde tomó contacto con uno de los escultores más destacados de la época, Auguste Rodin.

Su primera gran obra fue Las pecadora, gracias a la cual recibió el reconocimiento internacional en el Salón de París, entre otros. En los años siguientes, el Estado argentino le encargó diversos monumentos que actualmente se encuentran emplazados en la Ciudad de Buenos Aires, como Canto al Trabajo (1922), un grupo escultórico compuesto por 14 figuras, el Monumento al Coronel Dorrego, emplazado en las calles Suipacha y Viamonte, y el Mausoleo de Bernardino Rivadavia, situado en Plaza Miserere, entre otros.

La beca Activar Patrimonio

Activar Patrimonio es un programa de la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, que está dirigido a artistas, curadores/as e investigadores/as de todas las disciplinas de todo el país. El objetivo es adjudicar becas para proyectos s e iniciativas culturales que involucren el patrimonio de museos e institutos nacionales, ampliando la visibilidad y el acceso al patrimonio cultural.


Luego de la charla, Ziccarello realizó un visita guiada por las intervenciones en la Casa Museo.

En algunos casos, los proyectos elegidos se basan en investigaciones artísticas y/o académicas e intervenciones técnicas centradas en las colecciones específicas de un museo y/o instituto. En otros casos, se ensayan cruces transversales a varios organismos a través de una temática en común.

La lista completa de los ganadores de la edición 2020

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