Los usuarios desarrollan habilidades mediante actividades textiles como tejido en telar, costura y confección de alfombras, asumiendo responsabilidades en cada etapa de la producción de artículos como trapos de piso, bolsos, alfombras y caminos de mesa, que posteriormente se comercializan. Esta dinámica fortalece el sentido de logro, la autonomía y el trabajo en equipo.

Los ingresos provenientes de las ventas cumplen un doble propósito: autosustentar el dispositivo, garantizando la compra de materia prima, y asegurar un estímulo económico para las personas que participan. Quienes forman parte del programa del Ministerio de Trabajo “Promover Igualdad de Oportunidades de Empleo” perciben un incentivo determinado, mientras que aquellos que no pueden acceder a él reciben un monto equivalente, financiado con los ingresos de las ventas.

“Estos espacios garantizan el derecho al trabajo y promueven la responsabilidad, la constancia y el trabajo en equipo, generando vínculos que enriquecen la experiencia de quienes participan”, destacó la Lic. Lucila Corti, coordinadora del dispositivo.

Con un enfoque centrado en la inclusión y la integración comunitaria, el Espacio Laboral reafirma el compromiso de nuestro organismo con la creación de entornos de trabajo protegidos, colaborativos y formativos.