El Teatro Picadero cumple 45 años
La Secretaría de Cultura de la Nación homenajea este espacio de teatro independiente, y celebra su legado de creación colectiva y libertad artística.
Hace 45 años, en un pasaje angosto del centro porteño, nacía un espacio que marcaría para siempre la historia del teatro argentino. El Teatro Picadero abrió sus puertas en 1980 como una sala alternativa destinada al teatro independiente.

El Teatro del Picadero quedó inaugurado el 21 de julio de 1980, por la iniciativa de la actriz Guadalupe Noble (hoy también gestora cultural) y del director Antonio Mónaco, quienes querían fundar un espacio de teatro independiente que se alejara de los cánones del teatro convencional. Un año más tarde tendría lugar allí el emblemático ciclo Teatro Abierto, que agrupó a dramaturgos, directores, escenógrafos, técnicos de la escena y actores, con el propósito de representar 21 obras breves anunciando tres obras de 20 minutos por día para completar el ciclo en un corto lapso de tiempo.
La sala original del Teatro del Picadero fue abierta en lo que había sido una fábrica de bujías, diseñada en 1926 por el arquitecto Benjamín Pedrotti en el entonces llamado Pasaje Rauch y actual Pasaje Enrique Santos Discépolo, que fue reconvertida por el escenógrafo Gastón Breyer. Allí la primera obra que se estrenó fue La otra versión o El jardín de las delicias, inspirada en La máscara de la muerte roja, de Edgar Allan Poe.

La experiencia de Teatro Abierto se vio interrumpida en agosto de 1982 debido a un incendio en su sala. El ciclo continuó en otras salas, y el Picadero quedó convertido en símbolo de una época. Durante dos décadas, el edificio permaneció cerrado. Fue recién en 2001 cuando comenzaron los trabajos de recuperación, impulsados por artistas, gestores culturales y referentes del teatro nacional. En 2012 reabrió sus puertas ya completamente restaurado.
Hoy, el Picadero ofrece una cartelera contemporánea que convoca a nuevas audiencias y artistas de distintas generaciones, sigue fiel a su origen: un lugar donde el teatro independiente puede crecer, provocar y emocionar.
