El Presidente estuvo presente en la entrega de legajos reparados y reconstruidos de integrantes del CONICET víctimas del terrorismo de Estado
En el Polo Científico Tecnológico se descubrió una placa en homenaje y, además, se reconoció a quienes fueron cesanteados/as, exonerados/as, exiliados/as, dados/as de baja y quienes se les impidió continuar con sus investigaciones. En el acto estuvieron presentes el Ministro de Ciencia, Daniel Filmus; la Presidencia del CONICET; la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida.
En un acto en el Centro Cultural de la Ciencia C3, el Presidente Alberto Fernández, junto al Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus y la Presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Ana Franchi, acompañaron la entrega de los legajos reparados y/o reconstruidos a los familiares y allegados/as de siete miembros de la comunidad del Consejo víctimas del terrorismo de Estado que fueron detenidos/as-desaparecidos/as y/o asesinados/as. Un trabajo del CONICET a través de su Comisión de la Memoria, en el marco de los 65 años del CONICET y los 40 años de Democracia. Además, en la explanada del Polo Científico Tecnológico, se descubrió una placa en homenaje a los siete integrantes del organismo víctimas del terrorismo de Estado. Participaron del acto la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, y el Vicepresidente de Asuntos Tecnológico e integrante de la Comisión de la Memoria, Roberto Rivarola.
El Presidente Alberto Fernández. manifestó: “A los que niegan la dictadura, a los que niegan los desaparecidos, las muertes, los exilios y las torturas y que también niegan a la ciencia porque le tienen miedo al pensamiento, debemos oponerles todas las razones y muchas más para no dejarlos pasar”, y sostuvo que “estamos aquí reivindicando a hombres y mujeres que fueron cesanteados, perseguidos o desaparecidos de la faz de la Tierra por el solo hecho de pensar; para un fascista nada es más peligroso que pensar”.
El jefe de Estado destacó que “la Argentina este año cumple 40 años de democracia”, y puso en valor los logros alcanzados “en materia de ciencia y tecnología”, y apuntó que mientras “otros creían que había que cerrar universidades o no caer en la educación pública, con mirada elitista, nuestro deber es tratar a nuestros científicos y docentes como se merecen”.
Filmus expresó luego del homenaje y entrega de los legajos a familiares de las víctimas: "Compartimos momentos de mucha emoción con sensaciones contradictorias. Cada caso que aparece es la oportunidad de poder rendir homenaje, pero sabiendo que un trabajador del CONICET fue secuestrado y asesinado por la dictadura cívico-militar".
Y continuó: "No es casualidad que estemos tomando el tema de la memoria y la ciencia. Quienes atacan la memoria atacan la ciencia, y los que atacan la ciencia atacan la memoria. Le temen a la ciencia y a la memoria. El oscurantismo y las dictaduras tienen que ver con un ataque profundo a la ciencia. A 40 años de democracia estamos en un debate que parecía haberse superado. Son los mismos que nos hablan de privatizar el CONICET. Les decimos que no hay forma de terminar con la ciencia, la memoria. Seguiremos trabajando fuertemente, el CONICET es un bastión de resistencia en épocas de dictaduras y gobiernos neoliberales. Seguiremos trabajando por la memoria que es el homenaje a los que dieron su vida por una patria más justa. El CONICET hace 65 años representa lo mejor que tiene la Argentina. La ciencia es soberanía y no vamos a renunciar", manifestó el ministro de Ciencia y remarcó la labor de la Comisión de la Memoria.
Franchi con mucha emoción, sostuvo: "Quiero reconocer el continuo trabajo de la Comisión de la Memoria del Consejo, porque investigar y restituir estos legajos lleva a situaciones muy profundas y emocionales. Veo que estamos terriblemente conmovidos, pero también estamos contentos porque sacamos a la luz situaciones horribles del pasado y reconocimos que como organismo debíamos hacer esto, investigarnos sobre todo lo realizado durante esos años oscuros. En este sentido, asumimos nuestra responsabilidad como organismo del Estado por lo realizado y/u omitido y pedimos perdón".
La titular del CONICET destacó: "Estamos reconociendo a siete trabajadores detenidos desaparecidos que se suman a los ocho que ya reconocimos hace un año. Estas personas pensaron en un país mejor, un país por el que todos nosotros seguimos contribuyendo y luchando". También hizo referencia a las y los exonerados: "No solo truncaron vidas personales y familiares, truncaron investigaciones, porque muchas de estas personas no volvieron al país y otros/as se dedicaron a otros temas. Tenemos algunos que sí volvieron con las interrupciones, con sus grupos que se vieron diezmados, con temas que dejaron de ser investigados".
Y agregó: "Los derechos humanos son una política del CONICET que atraviesa todas nuestras investigaciones para contribuir a que nuestra sociedad viva mejor. El CONICET tiene 65 años dedicados a la investigación con noches oscuras, como la noche de los bastones largos, la dictadura, entre otras. Sufrimos un nuevo ataque pero debemos seguir siendo representantes de un pensamiento crítico y representantes de la posibilidad de un país mejor, un país donde la ciencia y la tecnología sean protagonistas, el país que todos y todas nos merecemos. Nosotros y nosotras seguiremos trabajando por un CONICET comprometido con la Memoria, la Verdad y la Justicia".
A su vez, el vicepresidente del CONICET Rivarola sostuvo que “tenemos que sostener con más fuerza los 40 años de democracia. Este es un trabajo de muchísima actividad e investigación, y luego de transcurridos dos años fue posible publicar el libro ‘El CONICET en dictadura. Efectos del Terrorismo de Estado en la ciencia argentina y formas de reparación’, en el que se encuentran los legajos y la historia de todos los desaparecidos y todos los exonerados”.
En tanto, Taty Almeida felicitó a la Comisión de la Memoria y expresó “a la memoria hoy más que nunca hay que cuidarla porque pretenden desaparecerla. Estamos pasando momentos difíciles pero no hay que bajar los brazos, hace 47 años decimos que la lucha que se pierde es la que se abandona”.
Los legajos reconstruidos y reparados son los de Luis Ángel Dadone Hansen, becario en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP); Horacio Alberto Giusti, computador científico del CONICET en la Fundación Bariloche; Antonio Anselmo Misetich, becario externo e integrante del Departamento de Física de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA); Eduardo Alfredo Pasquini, becario y docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR); Arturo Miguel Rosés, personal administrativo en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (INIBIBB, CONICET-UNS); María del Carmen Sabino, becaria en el Centro de Investigaciones Educativas y Héctor Saraceno, Becario y docente e investigador en la Facultad de Medicina de la UBA.
Asimismo, se reconoció a quienes fueron cesanteados/as, exonerados/as, exiliados/as dados/as de baja y a quienes el gobierno militar les impidió continuar con sus investigaciones.
Cabe destacar que el 24 de marzo del 2022 y del 2023, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se entregaron los primeros ocho legajos reparados y reconstruidos y se homenajeó a personal científico del CONICET Rosario víctima del terrorismo de Estado respectivamente.
Estuvieron presentes miembros del Directorio y trabajadores/as del CONICET, autoridades y representantes organismos de ciencia y tecnología, de Derechos Humanos, miembros de la comunidad científica y trabajadores/as del Consejo.
En línea con el aniversario del CONICET, en el hall del Centro Cultural de la Ciencia, se inauguró la Muestra “Ciencia es soberanía: un recorrido por los 65 años del CONICET” -producida por la Dirección de Relaciones Institucionales del CONICET- que propone un recorrido por la historia del Consejo a partir de fotografías, ilustraciones, tapas de diarios, objetos corpóreos, textos y producciones sonoras, en relación con los diferentes contextos sociopolíticos del país.