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El legado de Leonardo Favio

En 2022 conmemoramos los diez años de su fallecimiento. En esta nota repasamos sus múltiples facetas artísticas, su prolífica trayectoria y su compromiso con lo popular tanto en lo polìtico como lo cultural.

Fuad Jorge Jury Olivera, conocido como Leonardo Favio, nació en Las Catitas, Mendoza el 28 de mayo de 1938.

Antes de convertirse en compositor, actor, cantante, director y productor de cine, Leonardo Favio atravesó una infancia y adolescencia signada por múltiples conflictos y carencias, entre ellas un padre ausente. Durante su adolescencia se inscribió en la Marina pero fue expulsado pronto. Pasaba sus días en el Jardín Japonés; cometió algunos delitos menores por los cuales termina preso y en reformatorios.

Luego de algunos años encerrado cambia el rumbo de su vida y regresa a Mendoza con su madre, la actriz, escritora y productora de radioteatros Laura Favio, con quien trabaja en diversos papeles melodramáticos y obtiene cierto reconocimiento en su provincia y en San Juan. La obra más exitosa en la que participó, La fiera acorralada, fue escrita por su madre.

Gracias a su tía, la actriz Alcira Olivera Garcés, casada con el guionista Abel Santa Cruz, comenzó con pequeños papeles en radioteatros de Radio El Mundo y su primer papel en cine: El ángel de España. Ya entusiasmado con su trabajo, se inicia en la televisión.

Cuando conoce al director Leopoldo Torre Nilsson, él mismo se convierte en su aliado, consiguiéndole su primer protagónico en El secuestrador (1958). Gracias a este papel consiguió trabajar con prestigiosos directores de la época como Fernando Ayala, en El jefe, Daniel Tinayre, en En la ardiente oscuridad, José Martínez Suárez, en Dar la cara, y nuevamente con Torre Nilsson, en Fin de fiesta, La mano en la trampa y La terraza. En estos años conoce a la que será su mujer, María Vaner, con quien tuvo a su hijo Leonardo.


Fuente: Archivo Museo del Cine.

Exponente de la balada romántica

La guitarra fue su compañera desde niño, y para aprender a tocarla intercambiaba clases por trabajo. Cantaba en reuniones familiares, entre amigos. Su debut como cantante fue en el programa La botica del ángel. A fines de los años '60, la industria de la música estaba en auge con Sandro, El club del clan y Palito Ortega. Pero Favio no se parecía a ninguno de ellos. Su estilo estaba ligado a la canción francesa de Charles Aznavour y su aura existencialista logró vender 45 mil discos por día.

El éxito de sus canciones provocó que se sumara a la moda de las películas protagonizadas por cantantes: Fuiste mía un verano (Eduardo Calcagno, 1969), en la que interpreta, junto a Susana Giménez, la vida de un joven artista desde su infancia hasta su triunfo, y Simplemente una rosa (Emilio Vieyra, 1971), acompañado por Erika Wallner y Ricardo Bauleo, con exteriores filmados en Santiago de Chile, Valparaíso y Viña del Mar.

Tanto como cantante y compositor fue uno de los precursores de la balada romántica latinoamericana. Su primer simple Quiero la libertad, no tuvo el éxito esperado. Posteriormente grabó Fuiste mía un verano y O quizás simplemente le regale una rosa; cortes de su primer álbum, Fuiste mía un verano (1968). El disco se constituyó en el más clásico de sus repertorios. Participó en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (Chile) donde consolidó su fama internacional.

Entre sus canciones más populares se recuerdan también Ding dong estas cosas del amor (Con Carola, su mujer), Ella ya me olvidó, Quiero aprender de memoria, Mi tristeza es mía y nada más, Para saber cómo es la soledad (de Luis Alberto Spinetta), Mi amante niña mi compañera, Ni el clavel ni la rosa, La foto de carnet, No juegues más, Chiquillada (de José Carbajal) y La cita. Sus canciones han sido versionadas en más de catorce idiomas.

Su carrera musical fue breve pero recordada a lo largo de los años. En pleno éxito y luego de grabar su segundo álbum, Leonardo Favio (1969) dejó los escenarios para continuar con su carrera en el cine, su mayor interés.


Fuente: Mágicas ruinas.

Su compromiso político

Leonardo Favio fue un ferviente defensor del peronismo y lo demostró en toda su obra. La música posibilitó el encuentro con Juan Domingo Perón en 1971, mientras Favio realizaba una gira por España. Fue a visitarlo a Puerta de Hierro y charlaron durante varias horas. Conocerlo tuvo una influencia decisiva en el resto de la carrera del artista que siempre fue militante peronista.

En el retorno de Perón en 1973, Favio fue designado como conductor del acto de bienvenida en Ezeiza, que terminó en tragedia. En ese año, el director estrenaba Juan Moreira, un drama histórico sobre un gaucho honesto que, cansado de las injusticias propiciadas por los patrones, se enfrenta a la autoridad y logra la admiración de los trabajadores. La película fue su primer éxito de taquilla.

En 1975 se estrenó Nazareno Cruz y el lobo, uno de sus films más célebres y más vistos en la historia del cine argentino. En julio de 1976, tres meses después del golpe cívico-militar que derrocó al gobierno de Isabel Martínez de Perón, Favio estrenó Soñar, soñar, su película más personal y menos vista protagonizada por el cantante napolitano Gian Franco Pagliaro y el boxeador Carlos Monzón, décadas después será considerada por muchos cineastas argentinos como una obra de culto. Ese mismo año Favio tiene que abandonar el país y exiliarse en Colombia, más precisamente en la ciudad de Pereira. Deja el cine y vuelve a cantar, realizando giras por distintos países de América Latina. En 1987 retorna a la Argentina. Tras cuatro arduos años en el set, estrena en 1993 Gatica, el mono, película sobre el ascenso y caída del popular boxeador argentino. Pero en paralelo a la vida del mítico deportista, Favio también retrata -de modo magistral- los años felices del peronismo hasta su derrocamiento.


Fuente: Agenda peronista.

En 1999 Favio dio a conocer su obra más ambiciosa, Perón, sinfonía del sentimiento, un documental de casi seis horas sobre la historia del peronismo. Por decisión de Favio, la película no tuvo un estreno comercial; fue pensada para proyectarse en distintos encuentros políticos y para que las camadas más jóvenes conozcan la historia del movimiento. El film cuenta con material inédito del bombardeo de Plaza de Mayo en 1955.El documental se convirtió en una de sus obras más personales, tanto por el tema y la pasión que implicaba, como por su forma de encarar una historia que parecía inabarcable. El film fue dedicado a Héctor J. Cámpora, Hugo del Carril, Ricardo Carpani, Rodolfo Walsh y al grupo de trabajadores y estudiantes del Grupo Cine Liberación, que impulsaron Fernando Solanas, Octavio Getino y Gerardo Vallejo.

Sus historias

Previamente a su primer largometraje realizó dos cortos: El señor Fernández, en 1958, y El amigo, en 1959.

  • Crónica de un niño solo, su ópera prima, está dedicada a Leopoldo Torre Nilsson, quien lo apadrinó y dio su aval frente al Instituto del Cine para realizar su ópera prima. En ella retrata la vida en un reformatorio. Es considerada una de las mejores películas del cine nacional. Es la que inicia la trilogía de Favio basada en cuentos de su hermano. Ganadora del Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica y Mejor Película en el Festival Internacional de Mar del Plata.


Fuente: Argentina.gob.ar.

  • El romance del Aniceto y la Francisca
    Rodada en Mendoza, fue protagonizada por María Vaner, Federico Luppi y Elsa Daniel. Ganó el Cóndor de Plata a la mejor película en 1968. Está inspirada en un cuento del hermano del director, Jorge Zuhair Jury.

  • El dependiente
    Protagonizada por Graciela Borges, Nora Cullen y Fernando Iglesias, finaliza la trilogía basada en los cuentos de Jorge Zuhair. Una crítica en La Prensa afirmaba: "El film impresiona sobre todo por una cierta poética de la inmovilidad, la descripción de una forma de vida extrañamente suspendida y congelada en la que hacen irrupción la locura, lo grotesco y lo siniestro". Ganadora en el Festival de Cartagena a Mejor Película.

  • Juan Moreira
    Favio destaca la épica de este personaje histórico, un bandido que asoló la provincia de Buenos Aires a comienzos de 1870 y que se convirtió en una leyenda popular. La podés ver acá.

  • Nazareno Cruz y el lobo (las palomas y los gritos)
    Una de las películas más taquilleras del cine argentino. Basada en una historia de radioteatro, Favio construye un relato popular con tintes de fantasía.

  • Soñar soñar
    Protagonizada por Carlos Monzón, fue estrenada después del golpe militar del '76 y es considerada su película maldita, aunque la rescata como su preferida. Posteriormente, la crítica la reivindicó.
    Favio pasó años exiliado en México y luego en Colombia, viviendo de la música. En 1987, Edgardo Nieva lo convoca para dirigir Gatica, el mono, luego de diecisiete años sin rodar.

  • Gatica, el mono
    Representa la vuelta de Favio a nuestro país en esta película biográfica, en la que se habla del acercamiento de este personaje al General Perón. Fue ganadora del Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana.

  • Perón, sinfonía del sentimiento
    Documental realizado en 1999 con material inédito del bombardeo de Plaza de Mayo en 1955.

  • Aniceto
    Se trata de la reversión de El romance del Aniceto y la Francisca. Es un drama musical realizado en 2008, con cuadros de danza.

  • Gente querible es un cortometraje que forma parte de la Serie "25 Miradas, 200 Minutos", realizada en el marco de los festejos Bicentenario.


Fuente: Diario 10.

En 2001, Leonardo Favio recibió el Diploma de Honor de la Fundación Konex como uno de los cinco mejores directores de cine de la década.

Leonardo Favio grabó dieciséis discos, dirigido trece películas y actuó en veintiséis. Falleció el 5 de noviembre de 2012.

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