Para toda la campaña la unidad contó con el valioso apoyo de un grupo de la Compañía de Comunicaciones de Montaña 6, que en un ejercicio simultáneo mantuvo las comunicaciones con el escalón superior; y con un helicóptero Bell UH 1H de la Sección de Aviación de Ejército de Montaña 6, en apresto para reconocimientos y evacuaciones.

En primer lugar, el regimiento llevó adelante una marcha motorizada hacia el sector de instrucción en el campo de Instrucción y tiro de Pulmari, a 150 km de su cuartel de Las Lajas.

Las distintas fracciones de combate realizaron actividades propias de toda operación táctica, abarcando planeamiento y ejecución; y las fracciones logísticas, además de llevar adelante los ejercicios correspondientes, trabajaron en el sostenimiento real de las tropas en el terreno.

De esta manera, se efectuó el planeamiento para resolver distintos problemas en situaciones complejas, diversas y en constante mutación, que tipifican a las operaciones tácticas en el cumplimiento de una misión. Se pusieron en práctica los procedimientos de combate de las fracciones de infantería de montaña y se realizó un ejercicio de tiro de combate con la totalidad del armamento de dotación.

La actividad finalizó con una exigente marcha a pie que permitió manifestar el espíritu de sacrificio, el espíritu de cuerpo y el sentido de pertenencia que distingue al soldado de infantería.