Efectivos del departamento de Inteligencia contra el Crimen Organizado de la Policía Federal desarrolló una exhaustiva investigación que incluyó importantes tareas de inteligencia criminal, vigilancias, seguimientos, entrecruzamiento de datos y escuchas telefónicas. Como consecuencia de esta, se comprobó la existencia de una organización criminal dedicada a la estafa.

Formaban empresas o sociedades bajo la usurpación de la identidad de otras personas, alquilaban oficinas para asentar un domicilio legal, solicitaban tarjetas corporativas mediante documentación apócrifa y realizaban compras sin hacerse cargo de dicho crédito y dejando en deuda al banco.

Además, se incautaron armas de fuego de diferentes calibres, una granada de guerra, drogas, vehículos, tarjetas de crédito falsas, máquinas de clonación de tarjetas, dinero en efectivo y documentación de vital importancia para la causa.