Cuando a los 84 seguís armando el bolso para ir a competir
El CeNARD es sede del Campeonato Sudamericano Master de Tenis de Mesa del que participan 270 deportistas y el más veterano es el argentino Esteban Bertagni, quien a sus casi 85 años deja la fórmula para hacer deporte cualquiera sea la edad.
Se multiplican las parejas y se escuchan los festejos de triunfo de los singlistas. El Polideportivo León Najnudel del CeNARD es el escenario del Campeonato Sudamericano Master de Tenis de Mesa del que participan 270 deportistas. Entre ellos aparece Esteban Bertagni, de tan sólo 84 años y un poco más allá se entrenan ni más ni menos que Horacio Cienfuentes y Ana Codina, quienes buscarán próximamente su clasificación olímpica. Todo eso sucede al mismo tiempo en una verdadera fiesta del tenis de mesa.
“Esto es maravilloso. Participar del torneo más importante de Sudamérica a nivel Master a mi edad y en este lugar, donde se entrenan los olímpicos es una experiencia motivante. Empecé a jugar tenis de mesa hace algunos años cuando me retiré de mis trabajos y este es el campeonato más importante en el que participé. Por suerte en este tiempo me di el gusto de ganar algunos torneos y tengo el recuerdo del Nacional en Alta Gracia donde salí tercero”, cuenta Bertagni -exingeniero textil y profesor universitario- a pesar de la derrota que lo dejó afuera de las semifinales.
El certamen abarca a personas de todas las edades a partir de los 30 años en categorías singles, dobles y dobles mixtos, segmentadas cada cinco años. Durante toda la semana los participantes mantienen expectantes a los mejores jugadores del continente en esa franja etaria y Bertagni aporta el dato duro por el que los protagonistas buscan ganar: “Los ganadores suman puntos para clasificar al Mundial de Roma, que se jugará en julio”.
Y confiesa el secreto: “No hay fórmulas mágicas, sólo llevar una vida ordenada donde no haya excesos. Hubo un tiempo en el que fumé y siempre tomé vino en las comidas, pero es muy importante cuidar el descanso y tratar de hacer cosas para ser feliz. Hace un par de años falleció mi mujer, pero tengo una familia numerosa y de calidad. Jugar este torneo es muy motivante para mí, por más que me haya tocado perder; y este intercambio con gente de otros países es muy enriquecedor. De un tiempo a esta parte yo decidí invertir mi tiempo de vida en el deporte y estas experiencias no tienen precio, quedan guardadas para siempre”.