Claudia Masin: “La poesía es un modo de estar en el mundo"
La escritora y poeta chaqueña será una de las grandes protagonistas de esta nueva edición de Poesía YA! que comienza el 3 de febrero. En esta nota cuenta su acercamiento a un género que siente descuidado pero que, según dice, goza de buena salud y atraviesa un buen momento de visibilidad.
El festival Poesía YA!, el más importante del continente que se continua hasta el 12 de febrero propone un centenar de actividades con la presencia de poetas noveles y artistas, entre ellas, se destaca la participación de la chaqueña Claudia Masin, quien estará leyendo textos de su último libro, La mujer maravilla y yo, el jueves 9 de febrero, a las 18 h, en el Salón de Honor del Centro Cultural Kirchner.
En esta nota, la escritora y también psicoanalista repasa sus inicios, cómo se acercó a la poesía y quienes son sus referentes. También se refiere a la actualidad del género y clama mayor asistencia del Estado para que la poesía alcance la masividad y popularidad que se merece.
-¿Cómo poeta y escritora chaqueña ¿qué significa qué la poesía tenga un festival anual y federal?
-Creo que es importantísimo que le poesía tenga un festival anual y federal. Yo he vivido muchos años en Buenos Aires, nací en Chaco, ahora estoy viviendo en Córdoba y puedo apreciar claramente las diferencias entre vivir en Buenos Aires y vivir en el interior del país, la diversidad de oportunidades que se tienen viviendo en Buenos Aires a diferencia de las posibilidades que se tienen desde el interior. Desde la posibilidad de publicación hasta la circulación misma de la poesía. En mi caso no lo he vivido con tanta fuerza porque hice una gran parte de mi recorrido como poeta en Buenos Aires, pero lo puedo apreciar en mis compañeres poetas y sus dificultades para lograr, sobretodo, que su poesía circule, sea escuchada, se lea. En esto creo que las redes sociales ayudan mucho, pero creo que son necesarias políticas de Estado como esta que apoyen a la poesía como género, un género muchas veces descuidado que, a través de propuestas como la de este Festival, recupera un lugar no tendría que haber perdido, un lugar propio, en espacios centrales como en este caso en el Centro Cultural Kirchner. Para mí es un sueño leer en ese espacio, un lugar que tiene grandes resonancias afectivas para mí.
-¿Cree que la poesía logró tener una visibilidad que antes no tenía? Si es así, ¿a qué se debe?
-La poesía está en un momento de gran visibilidad, creo que en la pandemia hubo un resurgir del interés por la poesía, me parece que tiene que ver con que los grandes momentos de crisis y de incertidumbre son, a su vez, momentos muy fértiles para la poesía, que es un modo particular de relación con el lenguaje, que trabaja con esa materia, con la incertidumbre, con las grandes preguntas, con aquello que en la vida cotidiana solemos dejar pasar sin prestarle atención. Creo que la pandemia fue una época en la que todes nos vimos llevades a contemplar aquellas cosas que en el furor de la vida cotidiana capitalista dejamos pasar. Por otro lado, veo que hay cada vez más visibilidad a través de redes sociales de la poesía y que esto es un fenómeno que no lo juzgo pero observo y que veo que puede tener consecuencias negativas, por eso prefiero quedarme con las positivas, que tienen que ver con que muchas personas que no viven en los grandes centros o en el gran centro de este país tan poco federal, tienen la posibilidad de que su poesía tenga alguna circulación entre otres. Yo empecé a escribir en una época en que los poetas eran leídos por otres poetas, creo que eso ya no sucede de la misma manera; por supuesto los poetas nos leemos entre nosotres, a los contemporáneos y a los de generaciones anteriores, pero se ha sumado una buena cantidad de lectores y lectoras, de personas que necesariamente no tienen una relación con la escritura de poesía y que se van acercando al género, van encontrando que es un lenguaje que también les habla.
Creo también que hay una gran red de editoriales pequeñas independientes, una gran red de personas que apuestan a la generación de ciclos de poesía, de talleres de poesía, de entrevistas, y que son actividades que tienen una respuesta muy interesante, bastante masiva por parte de la gente.
-¿La poesía está en un buen momento a nivel global? ¿Y en la Argentina?
Creo que le poesía está en un excelente momento a nivel local y global pese a todo. En Argentina es un momento en que las pequeñas editoriales están languideciendo, es un momento en el que sería fundamental que el Estado interviniera en cuestiones como el monopolio del papel que hacen que no se consiga papel y el papel sea carísimo con lo cual las publicaciones se vuelven insostenibles porque el precio debería ser alocado para poder sostener esa inversión. Pese a cuestiones como esa que son centrales, la poesía goza de muy buena salud y es una característica de la poesía como género, resiste e incluso florece frente a las adversidades. D todos modos insisto en que es fundamental que el Estado intervenga en áreas estratégicas como esa para que realmente puedan escucharse voces diversas, no solo en el campo artístico por supuesto también en el campo de la comunicación, es fundamental una intervención para que realmente haya una diversidad en las voces que circulen.
-¿Quienes son/fueron sus referentes? ¿Qué leía en la niñez/adolescencia?
-Mis referentes son muchas, son principalmente mujeres, desde mi gran maestra Diana Bellesi hasta poetas como Susana Villalba, Irene Gruss, muchas argentinas y extranjeras. Me interesa la poesía norteamericana actual, Mary Oliver, Sharon Olds, Louise Glück. En mis lecturas de adolescencia hubo una en particular que me marcó para toda la vida que fue descubrir la escritura de Marguerite Duras a través de un libro que ella escribió muy jovencita a los veinticuatro años, y su segundo libro, La vida tranquila, que si bien es un libro aparentemente de narrativa, en ese libro descubrí las posibilidades de la escritura poética; en ese libro había otra relación con el lenguaje que con el tiempo me iba a dar cuenta que es la relación que tienen los poetas con el lenguaje, que tiene la poesía con el lenguaje. Por supuesto, la presencia de Alejandra Pizarnik en la adolescencia fue fundamental como en la mayoría de las poetas de mi generación y es una poeta que sigo admirando y celebrando, me parece extraordinaria, quizás no vuelvo constantemente a la lectura de sus textos pero fue una lectura de iniciación. Muchos menosprecian los autores que te inician en la lectura y no se dan cuenta que eso es extremadamente difícil encontrar un autor, una autora, un autore que despierte tu amor por un género en particular o por la literatura en general.
-¿Qué significa la poesía en su vida?
-Significa un modo de estar en el mundo, me dio un lugar en el mundo, me enseñó que lo que yo consideraba mi rareza o mi monstruosidad, en realidad era mi mayor fortaleza, mi mayor herramienta para sobrevivir el mundo. También es para mí un instrumento de sanación, no hablo de la poesía como terapeútica, sino hablo de la poesía como aquello es capaz de afectar a quien la escribe, a quien la lee, de afectarla en ese sentido, diciendo aquellas cosas que a través de otros discursos es imposible decir y eso tiene un efecto curativo, en mi vida ha sido un instrumento de sanación.
Apuesto por una poesía que sea realmente popular, que pueda llegar a todes, me parece que una poesía que sea para unos pocos, que sea para una pequeña élite ilustrada, no tiene efecto real sobre la sociedad en la que vivimos, y que una poesía popular, que pueda ser entendida por todes, que pueda acceder con cierta facilidad es, por lo menos en mi caso, la apuesta. Esto no quiere decir una poesía que menosprecie al lector, una poesía con pocos recursos, creo que lo más difícil en el mundo es escribir une poema sencillo o engañosamente sencillo, como por ejemplo los poemas de Mary Oliver, que es una poeta norteamericana que yo adoro y cuya aparente sencillez en realidad encubre todo un universo de reflexión filosófica profundísima.
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