Presidencia de la Nación

Cayó en Itatí un prófugo del resonante "Caso Sapucay"


La ciudad de Itati, en Corrientes, siempre fue un punto de visita porque allí está la Virgen. Miles de fieles llegan todos los años para visitarla, incluso en peregrinaciones. Y por eso, esta localidad fue conocida durante muchos años. Pero las cosas cambiaron cuando los narcos se instalaron allí. Y ante la mirada atónita y silenciosa de sus habitantes, el gran negocio de la droga ocupó todo el protagonismo local.

Tal es así que el 14 de marzo de 2017, cuando la noche aún se cerraba sobre las calles de Itatí, 700 gendarmes pusieron fin a más de dos años de investigación y detuvieron al intendente, viceintendente, al comisario y a más de 70 involucrados, por ser parte de una mega red que -según se estima- movía unos 15 mil kilos de drogas por año.También se incautaron motos, lanchas, autos y camionetas, droga y armas.

Fue seguramente el caso más resonante de la provincia en mucho tiempo.

Sin embargo, quedaron algunos hilos sueltos.

Pero lejos de dar por terminada la investigación, las Fuerzas continuaron atentas.

Y un año más tarde, detuvieron a uno de los prófugos que creyó que ya nadie lo buscaba: Ramón Epifanio Romero, argentino, 39 años, nacido en 1979.

"Rubio" o "Gringo" -tales sus alias- se estaba quedando en la casa de su madre, ubicada en el Barrio San Juan de la tan nombrada Itatí.

Policía de Corrientes tenía ese dato y con vigilante paciencia lo esperaron.

Al mediodía del 18 de abril se alistaron.

Y pronto lo vieron salir.

Cuando comenzó a caminar, cuatro oficiales -apoyados por un móvil- lo sorprendieron por atrás, lo demoraron, confirmaron su identidad y lo trasladaron inmediatamente a la capital correntina.

"Rubio" tenía su documento verdadero con él, no se rebeló ni se puso nervioso.

Fue un operativo tranquilo.

Y en el transcurso de 4 horas -cuando la siesta estaba en pleno apogeo- con la colaboración de Gendarmería que facilitó los datos del juzgado intervinente, el prófugo capturado quedó a disposición de las autoridades.

Es un éxito más en el arduo trabajo que llevan adelante las Fuerzas, para desbaratar las organizaciones narcocriminales y quitar la droga de las calles, de las escuelas, de las casas, de los bailes.

Pero esto no termina acá. Con cada amanecer comienza una batalla nueva, esperando que alguna vez podamos decir que la guerra terminó.

Mientras tanto, con estos pasos firmes y seguros, que responden a las órdenes del Ministerio de Seguridad liderado por Patricia Bullrich, cada día vivimos en un país más seguro, con la esperanza de cumplir la misión de ser una Argentina sin narcotráfico.

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