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“Carnaval de los sentidos” y Sudor Marika en la Manzana de las Luces

El lunes 28 será la noche del “Carnaval de los sentidos”: se presenta el premiado unipersonal Deshojado, con la participación de dos artistas ciegos, Ariel Astrada en actuación y el DJ Jonathan Mazzeo en musicalización. Habrá un show de vendas para potenciar otros sentidos y un cierre de la noche con música electrónica. El martes 1, será el turno de un gran baile animado por Sudor Marika. Gratis y al aire libre.


La Manzana de las Luces celebra el Carnaval con performances, música y baile el lunes 28 de febrero y el martes 1 de marzo a las 20 h al aire libre y con entrada gratis. Se suspende por lluvia.

Los festejos empiezan el lunes 28 con el “Carnaval de los Sentidos”. La Manzana de las Luces recibe al actor ciego cordobés Ariel Astrada, quien junto con el DJ ciego Jonathan Mazzeo darán cuerpo, color y música al premiado unipersonal Deshojado con la dirección de Marxela Etchichury y Aldo Castillo en la producción técnica.

La noche se cerrará con un gran baile junto al DJ de música electrónica Jonathan Mazzeo aka Blind Proyect.

El DJ Jonathan Mazzeo aka **Blind Proyect.
El DJ Jonathan Mazzeo aka **Blind Proyect.

El DJ Jonathan Mazzeo aka Blind Proyect. Gentileza: Manzana de las Luces.

Se trata de una fiesta que quiere ampliar la percepción y acercar al público al invisibilizado mundo de la ceguera: prejuicios, falsas creencias y discriminación positiva. Deshojado es la tragicomedia de un clown que encuentra en el humor, la risa y el impulso vital. Y que junto a los sonidos de la música electrónica de Mazzeo envolverán al público en una experiencia en la que los sentidos vibrarán. Para oír, bailar y, sobre todo, sentir.

Al siguiente día, el martes 1 de marzo, la Manzana de las Luces continúa los festejos de Carnaval con un gran baile al aire libre animado por Sudor Marika.

La banda de cumbia disidente Sudor Marika.
La banda de cumbia disidente Sudor Marika.

La banda de cumbia disidente Sudor Marika. Gentileza: Manzana de las Luces.

Entrevista con Marxela Etchichurry

El unipersonal Deshojado ganó en Córdoba el Premio Provincial de Teatro 2021 en tres categorías: Mejor Obra, Mejor Actor y Mejor Dirección. Para conocer más sobre esta obra, hablamos con su directora, Marxela Etchichurry., quien contó sobre esta experiencia, que fue la primera en su carrera en dirigir una obra que no estaba escrita, que hubo que crear desde el comienzo. Etchichurry nació en la ciudad de Córdoba y actualmente vine en Unquillo. se formó como actriz y directora en Barcelona de la mano del director y actor de teatro Lorenzo Mijares. Hace nueve años regresó a Argentina.

-¿Cómo fue el origen de Deshojado?

-Ariel y yo nos conocíamos de una obra anterior, en la que Ariel había actuado y yo había dirigido unos años atrás. Después, nos encontramos por casualidad en la vida y me contó que tenía ganas de hacer un monólogo sobre sobre su ceguera. Él llevaba unos cuantos años tratando de armarlo, buscando director y cuando finalmente nos encontramos, empezamos a trabajar con algunos juegos de improvisación, escénicos, teatrales, para ver qué salía. Ahí empezaron a salir textos, movimientos, miradas sobre su situación, sobre su historia. Ese fue el origen de Deshojado. Todo eso fue leudando hasta poder organizar lo que había salido en esos juegos escénicos, hasta que pudimos armar el texto y montar la obra.

-¿Cómo fue el trabajo con el actor Ariel Astrada?

-Esta pregunta me la han hecho varias veces y yo suelo contestar que fue como con cualquier otro actor o actriz. Cada obra, cada montaje, cada trabajo, cada dirección de actores o actrices supone diferentes retos. Muchas veces el trabajo de dirección consiste en ver cómo se le puede ayudar al actor o a la actriz a sacar lo mejor de sí. Ariel es un actor muy creativo, muy prolijo, muy responsable, un laburante neto, digamos. Fue una muy linda experiencia, sobre todo el tiempo de creación de la obra: nos juntábamos dos veces por semana, probábamos cosas, nos divertíamos, nos emocionábamos. Fue un trabajo de mucha libertad creativa y de mucha búsqueda de la sinceridad, que creo que fue lo más interesante que le pude dar desde la dirección: ayudarlo a encontrar eso que sí quería decir y no un montón de otras construcciones que, a veces, uno se va contaminando de los otros, y acá se trataba de conocer la esencia de su propia experiencia.

La directora de teatro Marxela Etchichurry.
La directora de teatro Marxela Etchichurry.

La directora de teatro Marxela Etchichurry. Foto gentileza Marxela Etchichurry.

-¿Fue tu primer trabajo con la temática de la discapacidad?

-No. De hecho, la primera obra en la que actué, cuando empecé a dedicarme al teatro, fue Déjame que te mate para ver si te extraño, del (director mexicano) Juan Trigos, de la corriente cultural mexicana Hemoficción. La obra era sobre una familia en la que uno de los hijos tenía una discapacidad neurológica y trataba de mostrar cómo a esa familia le costaba relacionarse con una persona con discapacidad. Y después trabajé con Ariel. Yo viví muchos años fuera de Argentina y cuando volví, hace nueve años, para la primera obra que quise montar acá, lo conocí a Ariel y me pareció interesante trabajar con un actor ciego. Y además, me parecía interesante porque Ariel había perdido la visión hacía justo un año y todavía no había vuelto a actuar desde que se había quedado ciego. Entonces, empatizaba con la necesidad que él tenía de querer volver a actuar y no había ninguna razón para que no se hiciera. Entonces esas fueron mis dos experiencias previas a Deshojado con la discapacidad, que en una estaba también Ariel presente.

-¿Qué significó para vos dirigir esta obra?

-Esta obra significó varias cosas porque fue la primera vez que yo dirigía de esa manera, que dirigía una obra que no estaba escrita, que había que hacerla desde el principio. Eso significó un cambio en muchas maneras de trabajar porque no es lo mismo dirigir una obra que ya está escrita, que la escribió un tercero con el que uno normalmente no tiene diálogo, a dirigir una obra que estaba siendo creada en ese mismo momento. Muchas veces, al principio, dirigir Deshojado era ser esa mirada necesaria para poder trabajar. Después significó cosas muy lindas, mucha emoción, recibimos mucho afecto de muchas personas al final de cada función y también nos dio tres premios provinciales de teatro de Córdoba, ganamos mejor obra, mejor actor y mejor dirección. Y también, por ejemplo, me ha dado la posibilidad de ir ahora a la Manzana de las Luces. Es una obra que ha tenido mucha vida propia y nos ha llevado por muchos lugares y muchas instancias.

-¿Cómo tomaste los premios que recibió la obra?

-Obviamente los tomé con mucha alegría y mucha sorpresa también porque fue una ceremonia en la que justo los últimos tres premios que se daban eran los que ganamos nosotros y hubo mucha algarabía alrededor. Primero Ariel recibió el premio al mejor actor, después yo a la mejor dirección y después fue el de mejor obra, así que nos puso muy contentos. En lo personal, para mí significó una confirmación de que todo lo que habíamos trabajado con Ariel y todo lo que yo había trabajado como artista estos años, otras personas lo valoraban. El valor del trabajo de años y años convertido en estatuilla. Lamentablemente, los premios no vienen con dinero, eso sí es una pena, porque si nosotros por ser premiados, recibiéramos una cantidad de dinero, eso nos serviría para seguir produciendo más teatro independiente.

El actor Ariel Astrada.
El actor Ariel Astrada.

El actor Ariel Astrada. Gentileza Manzana de las Luces.

-¿Qué debe tener, para vos, una directora o director de teatro?

-Primero, ganas de estrenar. Después, creo que también es muy importante poder decirle al actor, a la actriz, al escenógrafo, al vestuarista, al técnico, lo que es necesario para la obra. Eso ayuda mucho. Si el actor está haciendo algo que no es bueno para la obra, como hecho artístico total, la dirección tiene que poder decírselo. Es muy importante. Y poder decírselo con todo el respeto que merece el trabajo del otro, pero también, por ese mismo trabajo, es necesaria la verdad, la búsqueda de la sinceridad, de la verdad personal, de la verdad de la obra. No dejar de decir las cosas por no hacerlo sentir mal al otro. No ser complaciente con el otro. Eso es bien necesario. También hay que ver teatro, hay que leer, hay que estar en contacto con la vida íntima y personal de uno mismo para poder relacionarse con otros. Después, cada director o directora tiene sus propios recursos o herramientas, y cada actor, cada actriz y cada obra suponen desafíos diferentes. Pero siempre poder estar conectado con la obra hace que esos desafíos nuevos se puedan atravesar de manera creativa y que sirvan para que cuando estrenemos, sepamos que hemos llegado al escenario con una verdad para contarles a todos. Y cuando la verdad esa es real, es sincera, siempre encuentra el público algo que lo emociona, que lo interpela, que lo hace reír, que lo hace llorar.

-¿En qué proyectos estás trabajando ahora?

-En muchos, porque soy hiperctiva, entonces hago muchas cosas. Codirijo con Paula Susperregui la Compañía Municipal de la ciudad de Unquillo. También estoy trabajando una obra sobre (la escultora francesa) Camille Claudel. Con Ludmila Hernández y Paula Susperregui, tenemos una compañía de teatro que trata temas de mujer. Hacemos obras del (actor y escritor italiano y Premio Nobel de Literatura) Dario Fo y de (la actriz, escritora y política italiana) Franca Rame. También hacemos una obra que son textos que nos los cedió la Facultad de Psicología de la UBA: es una obra que es un consultorio psicoanalítico y las actrices vamos cambiando de personajes, que son los pacientes de un consultorio. También estoy montando Esperando a Godot con Fede Tapia y remontando, que es un capricho personal, Casa de muñecas de Henrik Ibsen, que lo hacemos con un grupo amateur de Unquillo. Además de siempre estar leyendo una obra nueva, escribir otra cosa, actuar otra, siempre probando.

Entrevista con Jonathan Mazzeo

Como le pasó a Ariel Astrada, Jonathan Mazzeo también perdió la visión a causa de la diabetes. En ambos casos, siguieron con sus pasiones, la actuación para uno, la música para el otro. En esta entrevista, Mazzeo cuenta sobre la participación que tendrá en Deshojado, su vida y su pasión por la música electrónica.

-¿Cómo te llegó la propuesta de participar en Deshojado?

-El primero que se contactó conmigo, en noviembre último, fue (el director de la Manzana de las Luces) Gustavo Blázquez, por los streamings que hice durante la pandemia en mi cuenta de Instagram. Después me contactó Ariel Astrada, porque quería sumarle música a su unipersonal. A Ariel todavía no lo conocí personalmente. Trabajamos todo por teléfono y por YouTube.

-¿Cómo va a ser el trabajo en conjunto?

-Voy a musicalizar el unipersonal Deshojado con algunas pistas. En el medio, el pase al DJ y se van a repartir al público vendas para los ojos, para el que quiera usarlas. Es un show de vendas, que hago en ocasiones especiales, para que nos encontremos en la misma sintonía. Después, para cerrar la noche, voy a pasar música una hora y media.

-¿Cuándo fue la primera vez que incorporaste las vendas a tu show?

-La primera vez fue en Mar del Plata en 2019.

-¿Cómo es la recepción del público?

-La idea es que por un rato se ponga en el lugar del otro, que se encuentre con otros sentimientos a través del tacto, del olfato. Que los limites lo pone cada uno. Es una experiencia sensorial que a nosotros nos toca mostrar del lado del no ver. Por lo que nos cuenta el público, es un encuentro consigo mismo, a veces recuerda a las personas con discapacidad que conoce.

-¿Qué significa para vos participar de este proyecto?

-Me gustó la propuesta de llevar música electrónica a un lugar histórico, como la Manzana de las Luces. Y de hacerlo junto al teatro. Además, lo que me gustó y me entusiasmó mucho es mostrar que la música electrónica es música, nada más que eso. Porque muchas veces se la asocia con la droga y la noche. Pero es música: está hecha para el disfrute.

-¿De qué se trata Blind Project?

-Surgió cuando me tuve que poner un nombre para salir a las cabinas. Aunque yo soy la cara visible, no estoy solo. Lo armo con Sebastián Mohr, mi hermano de la vida. También me ayuda mi familia y varios amigos más.

-Leí que tus ganas de ser DJ se dieron un día que fuiste a escuchar a Carlos Ruiz a Niceto, ¿es así?

-En 2007 empecé a ir a las fiestas Magic a escuchar a Javier Bussola. En esas fiestas, conocí a Carlos Ruiz, con quien empecé a tomar clases para involucrarme en las mezclas de música electrónica. Después de eso, empecé a hacer presentaciones en boliches. Después empecé a perder la vista, fue progresivo, hasta que perdí la vista por completo. En agosto de 2015 fueron mis últimas luces.

*El DJ de música electrónica Jonathan Mazzeo.*
*El DJ de música electrónica Jonathan Mazzeo.*

El DJ de música electrónica Jonathan Mazzeo. Gentileza Manzana de las Luces.

-¿Cómo seguiste después de eso?

-Les pedí a mis amigos y familiares que me ayudaran, que me dieran herramientas. Mi mamá me inscribió en una escuela para no videntes, donde me enseñaron cuestiones prácticas para desenvolverme en la vida cotidiana, desde usar el bastón hasta la computadora. Después vino un amigo y me trajo las bandejas, volví a tocar y me sentí muy cómodo: la magia no se había perdido. Luego vino otro amigo y me ofreció volver a mezclar para un show en Niceto. Me dio un poco de miedo, trabajé mucho en las mezclas y salió todo muy bien. Me dieron ganas de continuar. “Es por acá”, me dije. Me di cuenta de que la perdida de la visión no era un impedimento para seguir haciendo música. Con mucho esfuerzo económico, me compré un equipo y seguí haciendo presentaciones.

-¿Qué es lo que más te gusta de ser DJ?

-Qué pregunta difícil! Muchas cosas. Ser DJ son todas elaboraciones. Para la Manzana de las Luces, por ejemplo, venimos trabajando desde hace meses: qué tema va antes, qué va después, qué climas vamos a generar, entre otras cosas. La música te lleva de viaje muy lejos. Hay que saber subirse y disfrutar. Me gusta cuando recibo la devolución del publico de que la pasó súper, esa es la parte más gratificante. Esto que arrancó como un hobby cuando veía, ahora lucho cada día para que sea una salida laboral también. Porque creo que soy bueno, me gusto siendo DJ.

El Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces está ubicado en Perú 222, CABA.

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