Durante la semana del 8 al 12 de mayo se desarrolló en el Parque Nacional El Palmar, en Entre Ríos, una capacitación teórico-práctica sobre organización, planificación y ejecución de quemas prescriptas con objetivos de conservación, destinada a guardaparques, brigadistas y técnicos referentes en materia de fuego de distintas áreas protegidas.

La actividad estuvo organizada por referentes del área de Ecología del Fuego de la Dirección de Lucha contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFE) de Parques Nacionales y contó con la participación de personal del Servicio Nacional de Manejo del Fuego para el dictado de un módulo teórico sobre meteorología aplicada a incendios forestales.

La teoría fue complementada con prácticas en terreno que apuntaron a representar el comportamiento del fuego en distintos escenarios y topografías. A su vez, se abordaron las técnicas y secuencias de encendido en quemas prescriptas y se realizó en todas las instancias un intercambio a partir de las experiencias de los distintos participantes.

Las actividades en campo se realizaron en parcelas previamente seleccionadas para trabajar en condiciones controladas, determinando los sitios en base a criterios operativos, de seguridad y de conservación.

Es importante señalar que, si bien los incendios de vegetación pueden representar una importante problemática para el ambiente y las personas, el fuego es un elemento de ocurrencia natural en muchos de los ecosistemas protegidos en los Parques Nacionales, formando parte de la dinámica y el equilibrio de la biodiversidad y los procesos que en ellos se desarrollan.

En este sentido, el uso del fuego a través de quemas prescriptas tiene siempre objetivos de conservación, que pueden ir desde favorecer el desarrollo de ambientes o especies de interés hasta reducir el material combustible acumulado en períodos de sequía con el fin de prevenir incendios de mayores magnitudes que puedan ser iniciados por causas naturales o antrópicas, entre otros. Por esta razón, las quemas prescriptas constituyen una estrategia contemplada en los planes de manejo del fuego de diversas áreas protegidas y cuentan con protocolos específicos para su implementación, siempre a cargo de personal técnico capacitado para estos fines.